Hemos estado más de 13 años con la versión inamovible de que el accidente del metro de València “fue inevitable y cuyo responsable fue el conductor", y era imposible cambiar esta "verdad". Y ahora, de repente, la verdad escrita ha cambiado. El responsable ya no es el conductor, sino los directivos de la empresa.

Que hayan sido los propios directivos quienes lo hayan reconocido pone en valor nuestra lucha, y a la vez que deja en evidencia a todas las personas que lo han estado negando año tras año.

Deja en evidencia al Partido Popular valenciano, que en ningún momento cuestionó la gestión de FGV, y deja en evidencia la instrucción de la jueza Nieves Molina, que ha estado todos estos años negando cualquier posible responsabilidad de la empresa y acusando insistentemente al conductor como único responsable.

Así que, una vez conseguido, solo nos queda despedirnos de todos los ciudadanos y ciudadanas que nos han acompañado estos años. Y qué mejor manera que volviendo a la plaza de la Virgen, una vez más, para celebrar todos juntos que lo hemos conseguido.

Se ha establecido la responsabilidad de la empresa por su mala gestión, que no tuvo en cuenta que la velocidad es un riesgo que había que controlar.

Ha sido nuestra última concentración. Aquí finaliza esta etapa y ahora por fin, podremos retomar nuestras vidas y descansar. Nos vamos con la satisfacción de haber hecho todo lo que estaba en nuestra mano y de haber conseguido todo lo que estaba a nuestro alcance.