OPINIÓN

¿Necesidad o elección?

Rusia quiere que Ucrania quede subordinada a Moscú, casi abandonada a su suerte. Kiev, por su parte, quiere que el Kremlin saque sus manos del país que ha invadido y que ahora está sumido en una guerra que no se vivía en Europa desde hace ochenta años. Vladimir Putin pone condiciones para un alto el fuego, y son solamente tres: la neutralidad ucraniana, el reconocimiento de Crimea como rusa y que también se reconozca la independencia del Donbás. Volodímir Zelenski no pasa por el aro.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin.
Rusia quiere que Ucrania quede subordinada a Moscú, casi abandonada a su suerte. Kiev, por su parte, quiere que el Kremlin saque sus manos del país que ha invadido y que ahora está sumido en una guerra que no se vivía en Europa desde hace ochenta años. Vladimir Putin pone condiciones para un alto el fuego, y son solamente tres: la neutralidad ucraniana, el reconocimiento de Crimea como rusa y que también se reconozca la independencia del Donbás. Volodímir Zelenski no pasa por el aro.

A medida que van pasando los días y la invasión rusa de Ucrania no es una Blitzkrieg (guerra relámpago), como se supone pensó Putin y sus generales, más de un observador político y militar se pregunta: ¿Cuál es la salida del conflicto?, o, dicho de otra manera, ¿cuál es la salida de Putin?

Cuando Putin dio la orden de atacar un país soberano e independiente sin ninguna motivación objetiva, se supone que tenía planificada la respuesta a diferentes escenarios.

Hay dos clases de guerras: la guerra por necesidad, por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial, y la guerra por elección (Vietnam). La guerra por necesidad es cuando los intereses nacionales considerados vitales están totalmente amenazados y la guerra por elección es cuando, habiendo otros métodos, se opta por la fuerza militar.

Si Ucrania hubiera instalado misiles de la OTAN en su frontera con Rusia o hubiera formalizado su ingreso a la Alianza Atlántica, Moscú podría haberse sentido amenazado en sus intereses nacionales vitales, lo mismo que le pasaría, por ejemplo, a Washington, si México empezara a instalar misiles chinos en su frontera con los Estados Unidos.

Rusia tendría un motivo. No entro a juzgar la decisión. Solo describo el escenario. Pero eso no ha ocurrido. Ucrania no ha entrado en la OTAN y no había ni formalizado sus intenciones de pedir el ingreso en la Unión Europea.

Queda claro, entonces, que, no existiendo ninguna amenaza a Rusia por parte de Ucrania, Putin está practicando una guerra por elección. Es decir, está cometiendo crímenes contra la humanidad y violando los derechos humanos, no solo el derecho internacional y el orden mundial. Y debería ser juzgado por ello.

Si Putin sigue con la invasión, será su cementerio, su Vietnam. ¿Cuál es la salida entonces? Posiblemente, que Ucrania entre en la UE, que mantenga su neutralidad y que pierda definitivamente Crimea y el Donbás. Veremos.

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