El fútbol inglés me ha avergonzado en muchas ocasiones estando en el extranjero. No es por la falta de trofeos conseguidos por Inglaterra en el deporte que inventamos, aunque la última vez que ganamos un Mundial fue en 1966 y no hemos llegado nunca a una final de la Eurocopa, es por la imagen que algunos seguidores violentos de mi tierra natal han dado a la marca GB.

Daba igual dónde fuera para trabajar o viajar en Europa, siempre habían llegado antes que yo unos hooligans para dejar imágenes para los telediarios de borrachería y violencia. Mi percepción del jogo bonito también quedó marcada por las frecuentes peleas de esa minoría que estropean los partidos en Inglaterra, particularmente en los años 70 y 80. 

No fue hasta 2008, cuando cubrí las reacciones de los españoles en la Eurocopa para mi cadena de televisión France24, que descubrí la belleza del futbol y que las aglomeraciones de seguidores, incluyendo las fan zones con pantallas gigantes, no iban a transformarse en batallas campales aunque algunos llevasen unas cañas de más encima.

Fue también gracias al fútbol español que empecé a ver al futbol con una mente más abierta. Hace unos años fui a ver mi segundo partido inglés en directo, del Newcastle United, con mis primos y tíos. "Está claro que has podido disfrutar de un nivel de fútbol mucho mejor allí en España", me dijo mi padre en voz baja en el St James Park.

En esta Eurocopa veo en los fans de la Roja y la Selección Inglesa la misma pasión por su equipo y la convicción de que podrían hacerlo mejor que el entrenador. Si Luis Enrique no te inspira este año, quédate con esta carta del entrenador de Inglaterra, Gareth Southgate: habla de las emociones que despertará la Eurocopa tras un año de aislamiento y la pérdida de seres queridos. Explica lo que significa para él representar a su país y que él y sus jugadores tienen la responsabilidad de promover mejores valores en la sociedad.

Ya lo han demostrado. Marcus Rashford, el delantero de 23 años del Manchester, ha convencido al primer ministro Boris Johnson para cambiar decisiones políticas que afectaban a niños que pasaban hambre, algo que él padeció de niño.

La Selección va a continuar hincando la rodilla antes de los partidos en la Eurocopa, a pesar de los abucheos de algunos de sus propios fans durante unos partidos amistosos en Inglaterra: "Este grupo es especial, humildes, orgullosos (de representar su país) y auténticos", escribió Southgate, "es su deber continuar interactuando con el público sobre temas cómo la igualdad, la inclusión y la injusticia racial, utilizando sus voces para poner debates encima de la mesa, concienciar y educar".