Mario Garcés Jurista y escritor
OPINIÓN

Puedo tutear y tuteo

Varias personas disfrutan de un paseo, a primera hora, en la playa de la Malvarrosa en el horario establecido, tras no haber pasado a la fase 1.
Varias personas disfrutan de un paseo, a primera hora, en la playa de la Malvarrosa en el horario establecido, tras no haber pasado a la fase 1.
Manuel Bruque / EFE
Varias personas disfrutan de un paseo, a primera hora, en la playa de la Malvarrosa en el horario establecido, tras no haber pasado a la fase 1.

Eran tardes de blanco y negro satén, de carne de membrillo y chocolate de ración, de cuadernillos Rubio, de rombos e isobaras, y de ciclones y anticiclones. Eran años de monopolio televisivo mucho antes de que Rosa María Mateo asumiera el mando único en España. Y cada tarde, como siempre sin tarjeta, se presentaban los Payasos de la Tele en las pantallas, con el consabido "¿cómo están ustedes?". 

En estos días de confinamiento y encuentros en la tercera fase, la pandemia ha revivido el escaldado recuerdo de aquellas canciones de infancia que son compendio y razón de nuestros tristes días: Cómo me pica la nariz, Vamos a contar mentiras, La familia unida, Pepe, trae la escoba o Mi barba tiene tres pelos. España se ha convertido en un "barquito de cáscara de nuez" en el que "don Pepito y don José" se saludan con aprensión a una distancia de dos metros.

"En España llevamos abrazando el 'tú' con frenesí desde hace mucho tiempo"

Por aquellos años, Adolfo Suárez se dirigía en tono grave y seguro a los españoles al ritmo anafórico de su "puedo prometer y prometo", una letanía que al cabo de más de cuatro décadas ha quedado convertida en un "puedo tutear y tuteo". Hace escasos días el presidente Sánchez comenzó la homilía al "chiquitan tan tan" del tuteo a todos lo españoles. Sorprendió porque no recuerdo precedentes de algo similar, aunque lo extravagante en estos momentos inciertos es que algo pudiera ser análogo a lo que ha venido ocurriendo hasta ahora.

Bien es cierto que en España llevamos abrazando el "tú" con frenesí desde hace mucho tiempo, apostando por un igualitarismo solidario e identitario. En un estudio realizado por la Universidad de Míchigan en la década anterior, España era el país que más se había apropiado de la fórmula del tuteo. Y es que nuestro país tiene la tendencia a estar siempre en un extremo de cualquier ranking, como se puede seguir observando en la actualidad.

"Propongo que se analice cómo ha evolucionado la pandemia en los países en los que nos tuteamos y en los que no"

No en vano, si algo tuvieron en común los comunistas y los falangistas, es que hace un siglo les gustaba el tuteo más que a Jorge Javier Vázquez un socorrista en Miami Beach. En ambos casos, con la colaboración del socialismo de la época, pretendían formar una masa de ciudadanos comprometidos con la causa y distanciados de las élites. No hay solidaridad posible en la tribu sin cierta complicidad compartida. Viene de lejos pues esta tradición.

En las primera horas de nuestro sistema constitucional recuerdo haber leído el lamento de Antonio Burgos: "La imparable ascensión del compadreo del granujeo de la España del tuteo". Sin más, propongo un tema para análisis científico: cómo ha evolucionado la pandemia en los países en los que nos tuteamos y en los países en los que no se tutean. Quedo a la espera de los resultados. No defraudarán.

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