Borja Terán Periodista
OPINIÓN

'La última tentación': nunca un reality fue tan difícil de seguir

Sandra Barneda, presentadora de 'La última tentación'
Sandra Barneda, presentadora de 'La última tentación'
Mediaset
Sandra Barneda, presentadora de 'La última tentación'

Aunque ya han grabado otra edición con parejas anónimas, La última tentación ha llegado a Telecinco en este inicio de temporada para estirar aún más el éxito de La isla de las tentaciones. La dinámica consiste en rejuntar a estrellas de las tres primeras entregas del reality de infidelidades. Pero el invento no está funcionando como se esperaba. Quizás porque televisivamente no se entiende y exige demasiado al espectador, incluso a un espectador experto en estas lides como el fiel de la cadena de Mediaset.

En La última tentación, algunos ex-concursantes se juntan con otros ex-concursantes, algunos se reencuentran con sus ex y otros traen novios nuevos o novios que en el programa acabaron con una ex-concursante pero que ahora están con otra ex-concursante. Al mismo tiempo, otros ex-concursantes deben lidiar con sus 'asuntos pendientes' con ex-concursantes con los que ni siquiera tuvieron nada pero se enemistaron por lo que sea después de estar en la isla. Y así todo. Un jaleo descomunal de tramas, no solo surgidas en el programa sino después en la vida real, en debates, en sus redes sociales... Es decir, entender esta mezcolanza de personajes y conflictos requiere, poco menos, que hayas hecho un máster exhaustivo en las tres ediciones anteriores. Y esto es un problema enorme.

El éxito de La última tentación depende exclusivamente de su capacidad para enganchar (o no) a los más fieles de las ediciones anteriores. Fieles que, por otra parte, ya conocen a estos ex-concursantes y que saben que poco pueden fiarse ahora de la veracidad de sus sentimientos, pues ya han comprobado que son capaces de casi todo por ansias de fama, de dinero y promociones en sus stories de Instagram o de saltar a otro realities de la casa como Supervivientes. Si La última tentación no consigue interesar a sus fans, poco más puede hacer, pues es imposible que capte espectadores nuevos que no se van a enterar de nada.

"Telecinco está perdiendo la sensación de evento imperdible que tenían sus realities"

Tampoco ayuda que el debate de esta 'Última tentación' se produzca en el mismo decorado que Secret Story, el otro nuevo reality de Telecinco. Como la casa de los secretos no está asentada todavía en la memoria colectiva, es fácil poner La última tentación y, por momentos, pensar que estás en el sucedáneo de Gran Hermano, con el que además comparte colaboradores como Terelu Campos. Todo lía. Todo despista. Todo se ve igual, repartido entre Telecinco y Cuatro. Y satura y expulsa espectadores. Los programas pierden su entidad en una época en la que justamente Telecinco depende de potenciar la personalidad de cada uno de sus shows estrella. Es la manera de diferenciar si el debate es de La última tentación o Secret Story. Si Terelu está hablando de 'El lobo', que está en la isla, o de Fiama, que fue concursante y tentadora de la isla pero ahora está en Secret story.

Al final, este septiembre de Telecinco está siendo tal coctelera de tele-realidad, que no puede resultar más indigesta. Las audiencias lo están diciendo: al espectador se le hace bola y se está perdiendo la sensación de evento y cita imperdible que tenían los realities de Mediaset para sus seguidores, que focalizaban en los dimes y diretes de una convivencia pero ahora se desperdigan y no diferencian. Telecinco implosiona con tanto 'famoso' efímero, creado en su propia factoría y faltan perfiles que no se perciban tan resabiados de tele, tan guionistas de sus propias tramas con las que mantenerse forzadamente en la rueda de realities. Es el otro gran problema en concreto de La última tentación: ya no te crees nada de esas parejas. ¿Cómo vamos a empatizar de nuevo con el sufrimiento de Christofer porque Fani le puede ser infiel... otra vez? Si su sufrimiento fuera real, con él la audiencia sólo empatizaría de una forma: si hubiera dicho que no cuando le ofrecieron estar en La última tentación volviendo a poner su relación en un disparadero mediático. Pero claro, ahí están de nuevo, ávidos de tele y de conflictos de pacotilla.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento