Firma invitada JOSÉ CARLOS DÍEZ
OPINIÓN

Naturaleza y causas de la pobreza

  • José Carlos Díez, economista.
Varias personas esperan su turno para ser atendidas en una oficina del paro.
Varias personas esperan su turno para ser atendidas en una oficina del paro.
GTRES
Varias personas esperan su turno para ser atendidas en una oficina del paro.

El INE acaba de publicar la Encuesta de Condiciones de Vida. Es una encuesta con metodología Eurostat que se estima en todos los países y permite hacer análisis comparado. El indicador Arope, el más difundido por los medios, indica más el problema de desigualdad que el de pobreza severa. Pero las preguntas de la encuesta son muy oportunas para estimar el indicador de carencia material severa que permite estimar mejor el indicador de pobreza multifuncional que usa el PNUD para definir la pobreza.

El indicador Arope aumentó en 2020, con datos de ingresos de 2019, hasta el 26,3% pero se quedó aún lejos del máximo del 29,2% del 2014, con datos de ingresos de 2013, el suelo de la Gran Recesión. Recordemos que en 2019 el Gobierno aumentó el salario mínimo un 22%. Una subida sin precedentes en ningún país y que tenía como objetivo reducir la desigualdad y paradójicamente la ha aumentado. Se mezcla el efecto de la pandemia y es difícil separar el efecto del salario mínimo sobre el aumento de la desigualdad.

Pero es muy probable que las empresas reaccionarán igual que en 2008 reduciendo las horas trabajadas en contrato y aumentando las horas extras no remuneradas. En los medios y desde determinados ámbitos de la izquierda siempre que se habla de empresas se habla del Ibex 35. Las grandes empresas en España pagan el doble de salario medio que las pequeñas y muy pocos de sus trabajadores están en situación de pobreza.

La principal causa de pobreza en España es ser parado o ser inactivo, muchos de ellos parados de larga duración que se han descapitalizado y ya han perdido la esperanza de volver a encontrar un empleo. Y la denominada pobreza laboral o precariedad salarial se concentra en las pymes, especialmente en las micropymes con menos de 10 trabajadores. Esas empresas son las que más han sufrido el impacto de la crisis provocada por la pandemia que se habrá agravado cuando veamos los datos de la encuesta en 2021. En varias comunidades autónomas y en sectores concretos el nuevo salario mínimo es superior al salario medio de 2018. Por lo tanto, el ajuste de costes salariales es puro instinto de supervivencia y no el capricho o la mala fe de los empresarios.

La precariedad salarial se concentra en las pymes, especialmente en las micropymes de menos de 10 trabajadores

El Gobierno acaba de aprobar el anteproyecto de ley de start up y en breve presentarán el de crecimiento empresarial que tendrán muy poca atención de los medios pero que serán determinantes para resolver la tasa de paro y la precariedad salarial. Más del 95% de las empresas son micropymes y tan sólo el 3-4% son medianas empresas. España necesita reducir al 90% el peso de sus micropymes y que empresas medianas crezcan, creen miles de empleos y mejores empleos con salarios más altos. Si eso pasa, podremos subir mucho más el salario mínimo. Pero subir el salario mínimo sin resolver el problema de las micropymes es como vender el coche para comprar gasolina. También será perjudicial aumentar la rigidez contractual, como estaba en 2008 antes de la reforma de 2010 del PSOE o la del 2012 del PP. España necesita un nuevo estatuto de los trabajadores adaptado a la revolución digital que permita la mayor flexibilidad para que las empresas se adapten y la suficiente seguridad para reducir la precariedad salarial y la inmoral tasa de paro, especialmente juvenil.

Lo más preocupante de la encuesta fue el fuerte aumento del indicador de carencia severa, aumentando desde el 4,7% en 2019 hasta el 7% en 2020, igualando el máximo de 2014. Este sí es un indicador fiable de las heridas de la crisis que aún no han cicatrizado y habrá que esperar al dato de 2021. Este indicador se hace sobre preguntas cualitativas como: dificultad para llegar a fin de mes, para comer carne o pescado al menos cada dos días o mantener la temperatura adecuada en la vivienda.

La principal causa es estar parado y por lo tanto la prioridad en la recuperación debe ser crear empleo, especialmente para este segmento de la población. Otra causa para entrar en carencia severa es tener bajo nivel de estudios. Terminar la formación profesional o la universidad es la mejor vacuna contra la carencia severa y la precariedad salarial. En este sentido, la encuesta muestra que el problema se concentra en hogares con un solo adulto, mayoritariamente mujeres, con uno o varios hijos a cargo. Si cuidan de los niños no pueden trabajar y si trabajan tienen serios problemas para cuidar de sus hijos. Esos niños es altamente probable que acaben fracasando en los estudios y serán pobres de por vida.

Otra causa para entrar en carencia severa es tener bajo nivel de estudios

El Gobierno ha identificado el problema con el Ingreso Mínimo Vital. Además de su burocracia y sus exigentes criterios que dejan fuera a un parte de esta población vulnerable se ha aprobado como una renta asistencial que alivia el problema, pero no lo resuelve. Hay que priorizar esas familias en las políticas activas de empleo. El PNUD ya ha incorporado las habilidades digitales como causa de pobreza multidimensional y es necesario reforzarlas en la población más vulnerable. Hay muchos empleos que tienen déficit de oferta de trabajadores y hay que priorizarlos.

Aprendiendo un lenguaje de programación tienes empleo casi asegurado. Con los fondos europeos se van a llenar los tejados de placas fotovoltaicas y no habrá trabajadores para instalarlas. Bastaría con unos conocimientos básicos de electricidad, recuperar a parados y sacarlos de la pobreza. Hacen falta pilotos de drones y basta con un curso de aprendizaje y un certificado similar a los cursos para sacarte el carnet de conducir. Y así más sectores y más nuevos empleos. Lo que falta es dejar de hacer planes y ejecutar los que hay. Y si el sector público es incapaz de organizarlo, subcontratar al sector privado. Lo peor que te puede pasar cuando te enfrentas a un problema de pobreza es que el tiempo te supere, entonces hasta el mejor plan es un fracaso.

Ser inmigrantes también aumenta significativamente tu riesgo de estar en la pobreza y en carencia severa. Hay un exceso de oferta de población inmigrante en empleos de baja cualificación que tiene tasas de paro muy elevadas y han aumentado tras la pandemia. Es extremadamente complejo controlar las nuevas llegadas, ya que los países africanos y americanos de donde proceden principalmente han sido los más afectados por la pandemia y por la crisis económica y la presión para emigrar ha aumentado. Pero es necesario reforzar la ley de inmigración y dar primero empleo a los que ya son españoles o tienen permiso de residencia.

Al mismo tiempo hay que facilitar la llegada de nómadas digitales para desarrollar sus negocios en España y crear empleo en nuestro país. El Gobierno ha incluido un visado transitorio para estos nómadas en la ley de start up y con un buen plan puede ser un intenso nicho de generación de empleo y de mejora de salarios, especialmente para nuestros jóvenes.

También hay una concentración regional de la pobreza y la carencia severa. Destaca Canarias, que ya tenía altos niveles de pobreza antes de la pandemia y que ha sido la comunidad autónoma más afectado por el hundimiento del turismo. Hace falta un plan Canarias que ayude a recuperar el turismo cuánto antes. Pero cuando se recupere el nivel de 2019, la pobreza y la desigualdad seguirá allí. Hay que potenciar otros sectores y aprovechar las ventajas fiscales de las islas con el impuesto de sociedades al 4% y la exención del IVA. Por su conectividad, clima y capital humano tecnológico infrautilizado y salarios muy inferiores a sus homólogos europeos son un destino óptimo para nómadas digitales.

Destaca después Andalucía. Cambió el gobierno en 2018 y la derecha prometió empleo pero la tasa de paro ha vuelto a aumentar. Es cierto que por culpa de la pandemia pero en 2008 fue por culpa de la burbuja inmobiliaria y de la crisis financiera internacional. Pero incluso en Madrid hay carencia severa y vida más allá de la calle Jorge Juan o Serrano. Hay mayores sueldos que en el resto de España pero la vivienda escasea y su coste es inaccesible tras el fuerte aumento del alquiler desde 2014.

Como ha indicado el Banco de España, Madrid ofrece más oportunidades para trabajadores cualificados, pero los trabajadores menos cualificados vivirían mejor si tuvieran un trabajo equivalente en otra ciudad. Pero la presidenta Díaz Ayuso, a lo Thatcher, ha negado que la desigualdad y la precariedad salarial sean un problema. Y ha afirmado que la pobreza es el problema. Seguramente no ha visto la encuesta de condiciones de vida ni nadie se la ha contado ya que el PP en Madrid ni tiene plan para la pobreza severa ni se le espera.

La pobreza y la desigualdad, junto al cambio climático, son los grandes retos del nuevo milenio. España se confundió con la burbuja inmobiliaria y ahora seguimos pagando las consecuencias. Necesitamos más empresas innovadoras capaces de generar proyectos empresariales rentables en la era de la tecnología global con mejores empleos y mayores salarios.

Todos tenemos problemas, pero unos más problemas que otros. Los españoles con carencia severa han perdido la confianza en la democracia y en el sistema y tienen tasas bajísimas de participación en las elecciones. Hay que revisar en profundidad nuestro sistema de bienestar para cubrir estos agujeros negros sin cobertura que son prioritarios y lo tenemos que hacer con un déficit público próximo al 8% del PIB y una deuda pública que supera el 120% por primera vez desde 1900 y con un ajuste fiscal pendiente que comenzará seguramente en 2023. Veremos.

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