Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

La derrota del terror

Imagen del vídeo difundido el 10 de enero de 2011 en el que ETA anuncia un alto el fuego "permanente, general y verificable", aunque no contempla la entrega de las armas.
Imagen del vídeo difundido el 10 de enero de 2011 en el que ETA anuncia un alto el fuego.
REUTERS
Imagen del vídeo difundido el 10 de enero de 2011 en el que ETA anuncia un alto el fuego "permanente, general y verificable", aunque no contempla la entrega de las armas.

Este miércoles se cumple una década del abandono definitivo de las armas por parte de ETA, en cuya derrota participó mucha gente, pero que fue fraguada por el llorado Alfredo Pérez Rubalcaba. No lo olvidemos. Como a menudo lo que sucede parece a posteriori inevitable y forzoso, recordemos que durante décadas no veíamos el final al terrorismo en España

La estrategia de ETA y de los que políticamente le daban apoyo consistió en "socializar el conflicto", asesinando al mayor número de personas, no solo a militares, policías, empresarios o a importantes figuras políticas e institucionales, sino a indefensos concejales del PP o PSOE. Todos esos atentados buscaban poner en evidencia las limitaciones de la lucha antiterrorista. La estrategia de la banda fue crear un clima de hartazgo en la sociedad española que obligase al Gobierno a abrir un escenario de negociación política para terminar con esa pesadilla.

No era infrecuente entre una parte de la opinión pública la apelación a un diálogo con el mundo etarra

Hay que recordar también que no era infrecuente entre una parte de la opinión pública, sobre todo en el País Vasco, Navarra o Cataluña, la apelación a un diálogo con el mundo etarra con el argumento de que se trataba de un conflicto político que solo la política podría resolver. El "ustedes que pueden, dialoguen", que la periodista Gemma Nierga dirigió a los máximos dirigentes políticos al final de la marcha de repulsa por el asesinato de Ernest Lluch en noviembre de 2000, fue el exponente máximo de una filosofía biempensante a favor de un diálogo sin condiciones que impregnó a una parte de la izquierda. 

Finalmente, ETA fue derrotada por las fuerzas y cuerpos de seguridad, aunque también empujaron otras circunstancias nacionales e internacionales, desde la ilegalización de su entramado sociopolítico hasta la aparición del terrorismo yihadista con los atentados contra las Torres Gemelas de 2001 o la masacre de Madrid en 2004. Horripila pensar qué hubiera sucedido de haberse cedido al chantaje etarra.

Expliquemos alto y claro que el terror fue derrotado por la democracia española

Este décimo aniversario ha coincidido con el estreno hace unas semanas de la película Maixabel, dirigida por Icíar Bollaín, que está teniendo un gran éxito. Al igual que la extraordinaria novela Patria de Fernando Aramburu, la cinta pone de manifiesto que hay una transición moral pendiente en la sociedad vasca. Durante medio siglo de asesinatos y extorsiones, demasiada gente miró hacia otro lado o fue cómplice de un clima incivil.

El papel de las víctimas es otro aspecto que debe despolitizarse y normalizarse. Y eso pasa por la asunción de un relato inclusivo que hable de todas las víctimas, pero que no sirva para camuflar la barbarie etarra bajo el argumento de que hubo un conflicto entre dos partes. Por último, expliquemos alto y claro que el terror fue derrotado por la democracia española.

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