Desde hace décadas, la política migratoria europea ha gestionado los flujos migratorios priorizando la lucha contra las llegadas irregulares en detrimento del desarrollo de nuevas vías de migración legales. Sin embargo, las transformaciones ecológica y digital de nuestras economías, así como el envejecimiento de nuestra población y la futura escasez de mano de obra (de aquí a 2030, el número de trabajadores en la UE de más de 50 años aumentará hasta el 55%), nos obligan a competir en la búsqueda mundial de talentos. En particular, para paliar la escasez de personal cualificado en los sectores más afectados: salud, educación y tecnologías de la información y la comunicación.

Hasta el momento, y tal y como denuncia el empresariado europeo, la UE no ha conseguido posicionarse como un destino atractivo frente a Estados Unidos, Australia o Nueva Zelanda, y solo uno de cada cuatro trabajadores cualificados no comunitarios elige Europa.

Esta tarjeta hará más sencillos los procedimientos de contratación de personas no comunitarias

Para paliar esta situación y reforzar nuestro atractivo se ha adoptado, tras varios años de bloqueo de las negociaciones, una nueva revisión de la Tarjeta Azul Europea, que entró en vigor en 2009. Esta tarjeta, que reúne en un mismo documento un permiso de trabajo y residencia, contará a partir de ahora con nuevas ventajas y hará más sencillos los procedimientos de contratación de personas no comunitarias, algo especialmente importante para las pequeñas y medianas empresas

Por ejemplo, los socialistas hemos defendido que los refugiados puedan acceder al programa. De esta forma, personal médico, ingeniero o químico de países como Siria o Venezuela, que ya se encuentran en la UE, podrán acceder a un puesto de trabajo al tiempo que contribuyen a combatir la escasez de profesionales en estos ámbitos.

La nueva directiva persigue también un mayor acceso a la Tarjeta Azul al haberse flexibilizado los requisitos de entrada con la reducción de la duración mínima del contrato de trabajo (de doce a seis meses) y el establecimiento de una horquilla, más realista y justa, para el salario mínimo y máximo con el objetivo de hacer la Tarjeta Azul más atractiva y evitar el riesgo de dumping social entre nacionales y extranjeros. Además, la nueva Tarjeta Azul simplifica los procedimientos de reunificación familiar y garantiza una mejor protección en caso de enfermedad o discapacidad, así como en caso de desempleo.

Facilita la movilidad de estos trabajadores no comunitarios que tendrán acceso al mercado laboral de toda la Unión Europea

Pero, sobre todo, la reforma aporta un importante valor añadido en comparación con los sistemas nacionales, al facilitar la movilidad de estos trabajadores y trabajadoras no comunitarios que, de esta manera, tendrán acceso al mercado laboral de toda la Unión Europea. Porque hoy más que nunca estamos interconectados y la movilidad ofrece mayores oportunidades para estas personas y responde a las necesidades de las empresas.

Los Estados miembros podrán seguir manteniendo sus regímenes nacionales en paralelo con el sistema de Tarjeta Azul Europea. Pero se han introducido algunas salvaguardias en la directiva para evitar posibles situaciones de desventaja entre los titulares de la Tarjeta Azul y sus familias con respecto a los titulares de permisos nacionales y garantizar así la igualdad de trato entre ambos sistemas, europeo y nacional.

Nuestra economía necesita trabajadores y trabajadoras cualificados pero, también, de baja y media cualificación

Ahora, para que este instrumento pueda desplegar todo su potencial, los Estados miembros y la Comisión Europea deben dar visibilidad a esta medida difundiendo información sobre las ventajas de la Tarjeta Azul en Europa y en todo el mundo. Porque nuestra economía necesita a estos trabajadores y trabajadoras cualificados pero, también, de baja y media cualificación. Por eso es esencial incentivar la migración legal con nuevas propuestas para lograr que las personas lleguen a Europa de manera segura.

El futuro nuevo pacto sobre migración y asilo ofrece un nuevo comienzo para acabar con la fragmentación legislativa en materia de migración legal y plantear un marco normativo simplificado que contemple todas las situaciones y la creación de nuevas vías de migración legales. Esperemos que este nuevo marco normativo sea ambicioso y vaya en la buena dirección.