OPINIÓN

Responsabilidad, por favor

Dos sanitarios visitan a un paciente de Covid en la UCI del Hospital Clínic de Barcelona.
Dos sanitarios visitan a un paciente de Covid en la UCI del Hospital Clínic de Barcelona.
Francisco Avia / ACN
Dos sanitarios visitan a un paciente de Covid en la UCI del Hospital Clínic de Barcelona.

Seamos responsables. Si los hospitales colapsan, habrá muertos en las entradas de los centros sanitarios, en las calles y en los hogares. No es ninguna broma. No es alarmismo.

Les recuerdo que en la primera ola se encontraron cadáveres de ancianos en residencias.

Ahora es el momento de dejar todas las diferencias de lado y hacer lo que nos digan las autoridades. No hay otra. O eso o veremos cosas que nunca hubiéramos deseado ver, si es que no somos nosotros mismos los protagonistas.

Hay cansancio. Es verdad. No queremos que nos recorten libertades. Es verdad. Pero la segunda ola tiene visos de transformarse en tsunami si no se actúa con contundencia y celeridad.

El 30% de los nuevos contagios se producen en reuniones sociales en los domicilios. Se nos ha explicado hasta la saciedad que los lugares cerrados son los hábitats ideales para la transmisión de la COVID. Nos lo han dicho del derecho y del revés, pero algunos continúan pensando que el virus hace distingos entre amigos, familiares y desconocidos.

Se lo quieran creer o no, cuando los contagios superan los umbrales controlables, la humanidad tiene casi las mismas armas para vencer a las epidemias que en la edad media: el confinamiento.

No tenemos un fármaco que frene el coronavirus. Evidentemente, aún no tenemos ninguna vacuna.

Así es que no hagamos política para sacar rédito electoral de la catástrofe que vivimos. El coronavirus no atiende a ideologías: mata por igual a progresistas que a conservadores. Seamos responsables.

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