Ya solo queda un día y estaremos en el 2021. Y no podíamos empezar mejor el nuevo año: con vacunas, que ya se están administrando a los colectivos prioritarios, como debe ser, y que nos procurarán la tan deseada inmunidad de grupo.

El coronavirus dichoso nos ha hecho mucho daño, aunque todavía no lo veamos del todo ni seamos totalmente conscientes de las consecuencias de lo que hemos vivido. Mucho daño. No solo ha matado a más de 60 mil personas en España, como mínimo, sino que deja a muchísima gente, sobre todo autónomos y pequeños empresarios, en una situación extremadamente delicada.

Con todo, creo más que necesario resaltar y destacar que hemos sido capaces, los científicos y la movilización de ingentes recursos públicos, de producir no solo una vacuna, sino varias en menos de un año: una auténtica proeza. Inaudito, pero cierto.

Ahora, los negacionistas de toda clase y pelaje empezarán, de hecho, ya están en ello desde que se supo de la existencia del coronavirus, a decirnos sandeces y estupideces sobre la vacuna. No les hagan caso: son los mismos que te dicen que los aviones nos fumigan con sus estelas y que la Covid-19 es un invento de George Soros y Bill Gates para idiotizarnos.

¿Saben lo que me gustaría que pasará en el 2021 más allá de lo que todos seguro que deseamos? Pues que los científicos encontraran una vacuna contra la estupidez consciente.

Hay estúpidos conscientes. Claro que los hay. Es gente que intenta llamar un poco la atención con sandeces para salir de su insignificancia.

Sí, ¡que te den, 2020!