Hoy, en plena pandemia, Vox presenta su moción de censura en el Congreso. La iniciativa del grupo de extrema derecha no responde a la voluntad de solucionar nada, sino a la necesidad que tiene ese grupo de azuzar el griterío para existir. 

Esa gente, como otra, tienen que seguir radicalizando su discurso para llamar la atención. El populismo es eso, ya sea de derechas o de izquierdas: mentiras y mucho griterío. Y eso es lo que harán. Nada más.

El Partido Popular, si fuera de verdad un partido de centro derecha, se alejaría de Vox, pero hace lo contrario: cada día se distancia más del centro.

Deberíamos entender que hay situaciones en que los intereses legítimos de los partidos pasan a ser totalmente prescindibles en beneficio del bien común. Y hoy, el bien común, por decirlo de esta manera, es aunar todas las energías para salvar vidas y para instaurar los mecanismos de protección social que sean necesarios para proteger a los centenares de miles de españoles que lo han perdido casi todo.

España es uno de los países que se encuentra en el grupo de cabeza de los que peor lo han hecho durante la pandemia y, desgraciadamente, lo continúa haciendo. Es totalmente inaceptable que, según la Johns Hopkins University, datos a 13 de octubre, este sea el país con más muertos del mundo por cada 100 mil personas: 70,85. Un exceso de mortalidad hasta el 21 de setiembre de 54.811 personas más que en 2019.

Nadie se lo explica, pero la realidad es la que es. Mientras tanto, algunos solo están para el griterío.