Helena Resano Periodista
OPINIÓN

Cuando ir al hospital cuesta un pico

Control de acceso al parking oeste del Hospital San Pedro
Control de acceso al parking de un hospital.
RIOJA SALUD
Control de acceso al parking oeste del Hospital San Pedro

Hoy traigo aquí una vieja polémica que se ha discutido muchas veces pero que nadie hace nada por cambiar. Estos días, estas semanas, me ha tocado acudir al hospital como acompañante. Tengo que hacer más de 400 kilómetros y mis opciones de transporte, con las frecuencias de los trenes reducidas y mis horarios de trabajo, se limitan a mi coche. No hay otra. El trayecto es largo, pesado, hay tramos de mucho tráfico de camiones, pero lo peor no es eso, lo peor es que cuando llegas al hospital, público, tu única opción de aparcamiento es un parking de pago. La tarifa del hospital es superior a la de cualquier otro parking público. Ocurre con este y ocurre con muchos otros. Y es, sinceramente, una situación incomprensible.

La gran mayoría de los que acuden en coche al hospital, al de Pamplona o al de Madrid y al de tantas otras ciudades, lo hacen así porque no tienen otra. Bien porque viven lejos, en algún pueblo cercano a la capital, o bien porque las opciones de transporte público no son compatibles con su tratamiento: gente que va a rehabilitación, a diálisis, a revisiones… No todos pueden solicitar una ambulancia para esos traslados. Y la gran mayoría acuden acompañados por un familiar que, además de pasarse un buen rato buscando sitio, luego tiene que pagar un buen pico en aparcamiento. Y ya no te digo si pasas la noche: tienes que acordarte de que antes de las ocho y media tienes que bajar corriendo a ponerle el papelito del parking para que no te caiga multa.

Hace unos meses Telemadrid hizo un estudio sobre el gasto medio que podía suponer para una persona que, por ejemplo, necesitaba rehabilitación durante un mes: acudir tres días a la semana al hospital supondría unos 100 euros en parking. Si es el caso de un hijo o hija que va a visitar a su padre o madre todos los días durante una semana de ingreso, el gasto asciende a unos 50 euros. Un gasto que, para muchos bolsillos, es un buen roto en ese mes.

Estar en el hospital no debería costar dinero. Ni al paciente ni a los acompañantes. El sistema de pago por ver las televisiones es otra ruina. Sobre todo, para estancias largas como está siendo el caso. Los días se hacen eternos y las horas pasan muy muy lentas. Poner la tele puede distraer según cómo se encuentren los pacientes: hay días que no tienen ni ganas de encenderla, pero muchos otros les acompaña, les distrae, les evade durante un rato... Tener que pagar dinero para verla es un poco… ruin. Sinceramente.

Haber privatizado el sistema para ahorrarse la administración los costes de mantenimiento penaliza a los pacientes. Durante la pandemia se pidió liberalizar esas televisiones. Los pacientes de Covid estaban solos y la televisión era su único contacto con el exterior. Pasada la pandemia, han vuelto a ponerlas en muchos hospitales de pago. Quizás hubiese sido un buen momento para revisar todo esto.

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