
Hace mucho tiempo, Australia era el destino de los convictos que deportaba Londres desde sus saturadas cárceles.
Ahora, las tornas han cambiado. Novak Djokovic, figura indiscutible del tenis mundial, ha sido expulsado por incumplir las normas del país. Tras optar por no vacunarse, eludió la cuarentena obligatoria y mintió a las autoridades y a la Justicia australiana.
El Open seguirá sin él. Djokovic ya sabe que fuera de la pista rigen reglas que nadie debe saltarse.
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