La segunda vuelta de las elecciones locales francesas rebasa ampliamente su ámbito nacional y se convertirá en un seísmo para la política europea en unos momentos muy difíciles. El descalabro sufrido por las candidaturas presentadas por el presidente Emmanuel Macrón debilitará su Gobierno y, como es lógico, afectará a su influencia en la la política continental, de la que es uno de sus pesos pesados junto con Alemania.

Fueron unas elecciones atípicas, retrasadas tres meses por las medidas confinatorias derivadas de la pandemia. El resultado de la primera ronda estaba bastante olvidado, la campaña electoral fue mínima y la primera consecuencia fue una abstención superior al sesenta por ciento. Macrón se empleó a fondo, pero sufrió las consecuencias de no tener un partido potente en su apoyo.

Tampoco puede decirse que los partidos tradicionales hayan obtenidos resultados brillantes. Los socialistas consiguieron el éxito de que Anne Hidalgo mantuviese la Alcaldía de París de forma holgada, con más del sesenta por ciento, muy por encima de sus brillantes adversarias. Por cierto, resultó muy emotivo, en su discurso, el homenaje que ofreció a su padre español.

El cambio climático y la protección de la naturaleza fueron temas decisivos en la campaña y en los resultados. Los triunfadores fueron los verdes, los que más se emplearon en la lucha por el medio ambiente y la climatología mientras el resto de los ciudadanos seguían con sus batallas internas. Consiguieron el mayor número de votos y varias ciudades. Por su parte, la Alcaldía de Pepignan cayó en manos de la extrema derecha. El nuevo alcalde será Louis Alliot, antiguo compañero sentimental de Marine Lepein.

La candidatura de Macrón sólo ganó en una ciudad importante, El Habre, cuyo candidato era el primer, ministro, Eduard Philippe, que en los últimos meses ganó mucha popularidad. Se da por descontado que tras el fracaso Macrón hará una remodelación profunda del Gobierno en cuanto regrese de Mauritania donde hoy presidie una reunión de líderes africanos sobre el Sahel. 

En París se han desatado las especulaciones sobre los nombres de los ministros y la dudas comentadas especulan si continuará el primer ministro, cuyas relaciones con Macrón sean enfriado.