Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Detrás de Díaz Ayuso: la liturgia que aupa su imagen de Presidenta (nacional)

La Comunidad de Madrid estrena nuevo servicio en la sanidad pública: la videoconsulta. Es un proyecto en el que se lleva trabajando varios meses y que empezará a funcionar en una primera fase en los hospitales del Henares y El Escorial y en varios centros de salud. La intención del Ejecutivo regional es que llegue a toda la red asistencial madrileña antes de 2023, según ha avanzado Isabel Díaz Ayuso, que se ha desplazado hasta Coslada para presentar la iniciativa
La Comunidad de Madrid en la presentación del nuevo servicio de la videoconsulta. 
La Comunidad de Madrid estrena nuevo servicio en la sanidad pública: la videoconsulta. Es un proyecto en el que se lleva trabajando varios meses y que empezará a funcionar en una primera fase en los hospitales del Henares y El Escorial y en varios centros de salud. La intención del Ejecutivo regional es que llegue a toda la red asistencial madrileña antes de 2023, según ha avanzado Isabel Díaz Ayuso, que se ha desplazado hasta Coslada para presentar la iniciativa

Las liturgias escénicas son claves en política. El equipo de Díaz Ayuso lo sabe y ha construido con inteligencia un protocolo estético en sus comparecencias públicas para aupar la aureola presidencial de la máxima responsable de la Comunidad de Madrid.

Para empezar, se busca que sus apariciones oficiales no estén protagonizadas por numerosos micrófonos de los diferentes medios de comunicación y, directamente, se construye un atril con estética de líder de primer nivel, al más puro estilo del Presidente de Estados Unidos. Sólo un micrófono centrado, con aire presidencial, que se sitúa sobre un soporte enmarcado enun diseño que concreta con claridad la proclama del día. 

La liturgia escénica está planificada de tal forma que la Presidenta de la Comunidad de Madrid parezca un contrapoder del Gobierno central en un momento en el que se pueden ganar elecciones más por la teatralización del choque de la animadversión que por la valoración meditada de una buena o mala gestión de lo público.

De ahí que también de igual que el parlamento político esté muy elaborado. Se acude a lo simple, a lo que cala en la apasionada intensidad con la que se consumen las redes sociales. Incluso con la seguridad de que es mejor lanzar un titular que indigne al personal porque eso asegura más visibilidad del protagonista en cuestión. Las redes sociales amplifican su popularidad. Lo odian mucho, pero también lo terminan amando mucho porque sus salidas de tono terminan humanizando al líder. El político se transforma en personaje a ojos de un electorado con fe ciega, dedicando mucho tiempo de su vida a aquel que habla como si estuviera entre amigos. 

Entre amigos, pero envuelto en la fuerza de una escenografía que transforma cada paso en un acto con una gloria presidencial. Así el personaje de Isabel Díaz Ayuso no se hace pequeño ante las preguntas de los periodistas. Ni siguiera se ven los micrófonos de las diferentes televisiones, radios y periódicos. Se controla el mensaje sin fisuras, sin casi posibilidad de rebatir y sin ruido visual que despiste. 

Y los medios asumen tal señal de imagen servida por los equipos de comunicación o campaña de los propios interesados. Y los medios la aceptan sin demasiado espíritu crítico, pues se ahorran el envío de medios técnicos de la redacción. Como consecuencia, el propio encuadre del acto está medido directamente por las ingeniosas mentes que llevan la comunicación. En este caso, la comunicación de la Comunidad de Madrid de Díaz Ayuso. Así cada plano muestra con destreza su calculada posición de presidenta. Presidenta engrandecida con un atril que, cada día, recalca un "valor" de su gobierno con un mensaje breve y visual inscrito en su base. Y Díaz Ayuso no para de hacer actos así, Es más, no puede dejar de hacer actos de este tipo para mantenerse en la primera línea. Con esta táctica, se ha convertido en una de las políticas más populares de nuestro país: entiende los códigos con los que se marca la agenda mediática en 2022. Tiempos de viralidad donde la declaración que descoloca se multiplica, donde destaca el trazo grueso sin detalles pintados con perspectivas. Pero hasta los trazos gruesos hay que colocarlos en el lugar y momento adecuado para que resalten en el epicentro mediático y político. Y ahí son claves los rituales escénicos. Un mal ritual escénico te hace pequeño, un buen ritual escénico te hace grande. Isabel Díaz Ayuso tiene un equipo que consigue lo segundo.  Ya no es ni Isabel ni Díaz. Es rotundamente Ayuso, con toda la determinación que esa denominación marcial conlleva.

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