Corría el año 2007 cuando en todo el mundo se hizo muy popular un desesperado grito de auxilio proveniente de un fan histérico que pedía que dejasen en paz a su ‘ídola’: Chris Crocker, un joven norteamericano fanático de Britney Spears, se convertía en un meme gracias a su mítico "leave Britney alone". Entre alaridos y sollozos pedía que la gente no se burlase de Britney en un momento en el que la cantante había perdido las riendas de su vida.

Han pasado los años, Britney parece haber superado su "colapso mental", pero las secuelas de todo lo pasado siguen haciéndole mella. Como parte de su rehabilitación, el padre de la artista asumió su tutela haciéndose cargo de sus negocios, pero recientemente ella ha emprendido una batalla legal (que va perdiendo) para volver a tomar las riendas de su vida alegando que su padre está tomando decisiones sin consultarle y asegurando que no volverá a cantar si él sigue a cargo de su carrera.

"¿Qué hubiese pasado si un Kiko adicto hubiese manejado Cantora sin la ‘tutela’ de su madre?"

Es inevitable, no puedo dejar de comparar todo esto con la revolución que se está viviendo recientemente en Cantora: es por todos conocido que Kiko Rivera tuvo problemas de adicciones hace unos años, tal y como él mismo contó en GH VIP, y, según lo que él denuncia, su madre, Isabel Pantoja, podría haberle quitado el control del patrimonio que heredó de su padre.

Mientras que en las revistas y en los platós de televisión unos y otros comentan por qué la Pantoja no habría permitido que Kiko gestionase sus cosas desde que es mayor de edad, en Twitter el movimiento #FreeBritney pide la liberación de Spears de su padre.

Yo me pregunto: ¿se parecen algo estas dos historias? ¿Qué hubiese pasado si un Kiko adicto hubiese manejado Cantora sin la ‘tutela’ de su madre? Lo único que sé es que las cuentas de Britney Spears antes estaban en números rojos y ahora, según lo que dice la prensa americana, están más que saneadas.