Una ola de disturbios se ha desatado en España coincidiendo con el nuevo pico de la pandemia. Barcelona, Madrid o Bilbao y ciudades habitualmente tranquilas como Burgos, León o Logroño han vivido escenas de una violencia inusitada.
A la llamada en redes sociales ha respondido una fauna brutal que reúne a negacionistas, antisistemas y radicales de izquierda y derecha. Extraña amalgama difícil de etiquetar donde no hay causa ni ideología que la motive. No les une lo que piensan sino lo que son, salvajes.
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