Elías Israel Periodista
OPINIÓN

Benzema-Mbappé, el fútbol siempre será de los futbolistas

El abrazo de Benzema y Mbappé
El abrazo de Benzema y Mbappé
EFE
El abrazo de Benzema y Mbappé

La Liga de Naciones se fue para Francia. La pizarra fue de Luis Enrique, pero el fútbol, por mucho protagonismo que le queramos dar a los entrenadores, siempre será de los futbolistas. Karim Benzema volvió a levantar a su Selección tras el primer gol, como ya hiciera ante Bélgica. Entonces, se revolvió entre cinco defensas; pero esta vez se sacó un impresionante tiro a la escuadra para cambiar la historia de esta final. No hay nadie mejor en la actualidad que el delantero del Real Madrid en la toma de decisiones. Cada partido de Karim, en los últimos tiempos, se ha convertido en una “masterclass” de inteligencia, lectura de partido y de gen ganador, cuando su equipo más sufría.

La puntilla la dio Kylian Mbappé, en lo que pareció un fuera de fuego flagrante, pero que el VAR dio por bueno tras el toque de Eric García, que solo intentaba cortar el avance y no jugar el balón. Ante Unai Simón, el francés no se puso nervioso, engañó con la bicicleta, y la empujó por debajo del cuerpo del meta español. Allí se derrumbó un sueño, sobre todo, por el gran desempeño del equipo de Luis Enrique, que sometió durante muchos minutos al equipo francés, le quitó el balón, le hizo perseguir fantasmas, pero le faltó profundidad y acabar jugadas, que fue el único debe.

Luis Enrique, tan desafortunado en sus comentarios previos a la semifinal, demostró que sabe un montón de esto. Con un equipo muy joven, tuvo una magnífica puesta en escena ante la exigencia de dos oponentes de altísimo nivel como Italia, vigente campeón de Europa, y Francia, vigente campeón del mundo. Gavi, su gran apuesta, ha sido un descubrimiento por su desparpajo a pesar de ser el más joven en debutar con La Roja y las prestaciones de Busquets demuestran que algo no se está haciendo bien en el Barça, porque jugando arropado, sigue siendo uno de los centrocampistas de más jerarquía del continente.

Sin embargo, aunque tengan menos Prensa por no jugar en Madrid o Barça, la realidad es que los dos mejores de España en estos dos partidos han sido Marcos Alonso y Mikel Oyarzabal, dos zurdos extraordinarios. Se le podrá criticar al seleccionador que no llevase un nueve rematador en el asedio final, pero lo cierto es que Lloris respondió con dos paradones antológicos y España cayó de pie.

Los dos delanteros de Francia son dos de los cinco mejores del mundo. Eso explica que Francia tenga otro título en su palmarés y que España se haya quedado con la miel en los labios, dejando una buena imagen.

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