OPINIÓN

"Somos idiotas"

Coronavirus.- Los hospitales de Huelva mantienen cinco alas destinadas a pacientes covid
Imagen de archivo de un hospital de Huelva.
EUROPA PRESS
Coronavirus.- Los hospitales de Huelva mantienen cinco alas destinadas a pacientes covid

Mientras nos enzarzamos con la matria, el franquismo y el chuletón, la Covid se va descontrolando ante el cansancio de los sanitarios que están hartos de ser los paganos de la situación y la desolación de las empresas que temen que la ansiada recuperación se vaya al traste.

Existe un proverbio que dice que todo lo que ocurre una vez, puede que no suceda más, pero que lo que acontece dos veces, ciertamente lo hará una tercera. En este caso, en España nos ha sucedido hasta cinco. Después de cuatro olas de contagios, no hemos podido esperar un mes a que surtan efecto las vacunas y nos hemos ido de cabeza a por la quinta. Ya lo dijo Igea: "Somos idiotas, se han dado mensajes confusos y se ha relajado la población".

El Gobierno no ve necesaria una ley que regule todo esto mientras que las autonomías piden herramientas para atajar los brotes

A medida que se llenan los hospitales, el IBEX 35 pierde fuelle hasta caer a niveles de abril, al tiempo que se desinflan las expectativas del sector turístico por mucho que ahora se abran las puertas del Reino Unido de par en par. El Gobierno no ve necesaria una ley que regule todo esto mientras que las autonomías piden herramientas para atajar los brotes sin perder de vista a Baleares, donde una jueza ha imputado por detención ilegal a la responsable del confinamiento de los estudiantes en un hotel. A una serie de padres les debió de parecer buena idea denunciarlo.

Ahora, los ciudadanos observan, aburridos, la que se les avecina 

Todo ello mientras la justicia empieza a anular las multas impuestas durante el confinamiento tras una sentencia del Constitucional contraria a la restricción de movimientos decretada durante el estado de alarma, en un contexto en el que una ya no tiene claro si Calvo presionó o no a una de las magistradas o si el Gobierno tenía alternativa. Ahora, los ciudadanos observan, aburridos, la que se les avecina. 

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