"Es imposible que a mí me guste un best seller...", "Algo que le gusta a tanta gente..." o "Dime qué best seller puedo llevarme este verano", "No me recomiendes libros aburridos, a mí uno en el que pasen muchas cosas..., gordo, entretenido". Esta es muchas veces la divergencia que en nuestro país existe en torno a los libros más exitosos comercialmente. Cuando, en realidad, dentro del término best seller (que engloba a los libros que venden mucho y bastante rápido) podemos encontrar a Grisham o Larsson junto a García Márquez o Camus. Y, por supuesto, al "nuevo jefe de filas de la literatura global, el japonés Haruki Murakami", según la definición de Sergio Vila-Sanjuán, para quien la literatura de entretenimiento es a veces injustamente tratada. De ahí su recién publicado Código best seller (Temas de Hoy); una historia del género.

'Fast', ''mega' y 'long seller'. Además del archiconocido término que nos ocupa, existen otros como fast seller, con el que se designa a los libros que se venden muy rápido; mega seller, para obras que además de vender de manera brutal lo hacen a una escala igualmente brutal (como Harry Potter o Crepúsculo); y long seller, que designa las vendidas con regularidad a lo largo de mucho tiempo (la Biblia o el Corán o clásicos como La odisea o el Ulises de Joyce...).

El auge. Es, desde mediados del siglo xix, cuando verdaderamente podemos hablar de best seller (que en el xx logra su éxito total). Es entonces cuando la literatura llega a todos, y autores como Dickens, Dumas y Sue cautivan al mundo (y no solo, como hasta entonces, a la minoría culta). Y será a finales del xx y principios del xxi cuando los libros de autoayuda (¿Quién se ha llevado mi queso? o la serie Sopa de pollo para el alma) y los ensayos (como Inteligencia emocional, de Goleman) le hagan una dura competencia a la novela.

El primero fue el Quijote. Nuestro caballero andante fue el primer best seller internacional. "Fue inmediatamente pirateado y traducido a varias lenguas", dice Vila-Sanjuán, que añade: "Y el primer best seller de la era industrial es Ivanhoe, de Walter Scott (1819), que hizo rico a su autor en unos tiempos en los que los libros no daban aún mucho dinero".

La primera lista. A finales del xix la publicación estadounidense The Bookman lleva a cabo por primera vez unas listas de ventas fiables.

La Biblia, el número 1. Son los libros religiosos los que se llevan el gato al agua. Se les atribuyen ventas superiores a mil millones de ejemplares: la Biblia (de 2.500 a 6.000 millones) y El Libro Rojo, de Mao Tse-Tung (de 800 a 6.500 millones). El Corán tampoco ha tenido mala fortuna: 800 millones de libros vendidos.

Dickens, el rey. Tras los libros religiosos, el primer escritor en colarse en las listas es Dickens con su Historia de dos ciudades, publicada en 1859 y con ventas de 200 millones de ejemplares. El señor de los anillos, de Tolkien, que desde su publicación en 1954 hasta hoy ha llegado a los 150 millones, también es de los más vendidos. Diez negritos, de Agatha Christie, tampoco queda mal en este ranking: cien millones de libros vendidos.

Fenómeno Potter. Las cifras de series como la de Harry Potter, teniendo en cuenta el poco tiempo que ha transcurrido desde su publicación, son tan escandalosas como los 400 millones de ejemplares vendidos. Cerca está la de Enid Blyton.

Los afortunados. Aquí se produce la maravillosa unión: una literatura de máxima calidad y a su vez interesante para la mayoría. Best sellers con mucha altura y que el autor de Código best seller resume en: Canción de Navidad, de Dickens; las novelas de Holmes de Conan Doyle; Sin novedad en el frente, de E. M.ª Remarque; Siddhartha, de Hesse; Cien años de soledad, de García Márquez; y El nombre de la rosa, de Umberto Eco... Ahora solo queda esperar nuevos nombres que engrosen esta buena lista, la que no sabe de separaciones elitistas.

Ha sido el boca oreja el que ha decidido el último best seller español: la novela El tiempo entre costuras, de María Dueñas, una autora que con su primera obra se mete de lleno en esta liga de autores afortunados. En la última década los escritores estrella han sido Ruiz Zafón (con trece millones de ejemplares vendidos de La sombra del viento), Ildefonso Falcones (La catedral del mar), Javier Sierra (La cena secreta se coló en las listas del New York Times) y Matilde Asensi, que ha conseguido vender más de dos millones de ejemplares de sus novelas de aventuras.