Los 11 extranjeros secuestrados como protesta por facciones palestinas fueron liberados ayer.

Mazen hizo estas declaraciones en la cárcel de Jericó, tras interrumpir su viaje diplomático por Europa, justo cuando hoy se cumple un año del acuerdo de traspaso de la seguridad en dicha ciudad por parte de Israel a las autoridades palestinas.

Las protestas continuaron ayer en el marco de una huelga general convocada en Cisjordania y Gaza. El Parlamento Europeo calificó el ataque de «innecesario e ilegal».

«Mucho tiempo con nosotros»

La ministra de Justicia israelí, Tzipi Livni, dijo ayer que el dirigente del Frente Palestino de Liberación Popular, Ahmed Saadat, «estará con nosotros mucho tiempo». Saadat fue encarcelado bajo supervisión internacional por la Autoridad Nacional Palestina en 2002 en Jericó, al ser considerado el autor intelectual del asesinato del ministro de Turismo israelí, Rajabam Zeevi.

¿Hacia un estado palestino?

Sobre el papel...

Mazen pide liberación: El presidente palestino, Mazen, intentó negociar en 2005 con el líder israelí, Sharon, la liberación de Saadat, encerrado en Jericó por un acuerdo entre los

EE UU, Gran Bretaña e Israel.

Autonomía en seguridad: En 2005 Sharon anunció el traspaso de seguridad de Jericó, Tulkarem, Kalkilia, Belén y Ramala.

...en las calles

Israel asalta: El Ejército israelí, bajo el Gobierno interino de Olmert, tomó el martes la prisión para llevarse a Saadat a su territorio. Aseguran que los dirigentes de Hamás habían prometido liberarlo próximamente.

Escasas y cercadas: El traspaso sólo se produjo de forma deficiente en Jericó y Tulkarem.

Las tentaciones de Jericó. Javier Rada

Desde el primer momento supe por qué en Jericó se encuentra el Monte de las Tentaciones, donde dicen que Cristo fue provocado por el diablo. Corrían tiempos de tregua, marzo de 2005, y los palestinos de Jericó saboreaban un ponzoñoso oasis de autonomía en medio del desierto y arrabales de refugiados. Ello implicaba cierta laxitud en los cercos militares israelíes: la paranoia de los fusiles se diluía bajo el sol y se había erigido una pantomima de frontera. Desde el primer momento, al confundir ingenuamente unas instalaciones de seguridad palestinas con un campo de refugiados, supe que en aquel lugar siempre habría tentaciones: la de la artillería israelí apostada sobre el monte controlando su pedacito ‘usurpado’ de tierra prometida; la de los palestinos humillados y llamados al odio; la de los refugiados tentados en saltarse los controles para volver a sus orígenes o morir en un autobús de Jerusalén... La pregunta era cuánto iban a aguantar unos y otros tantas tentaciones. Los israelíes parece que han puesto fecha al asunto: hoy hará un año.