El exministro de Trabajo y expresidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana, ha considerado que los partidos políticos "necesariamente tienen que ser plurales", porque de lo contrario, cuando son "monolíticos y no respetan la pluralidad en su seno, no cumplen con su misión y con su papel fundamental y esencial".

Durante su visita este jueves a Benidorm (Alicante), para asistir al acto conmemorativo del XXV aniversario del Programa de Vacaciones para personas mayores del Imserso, a preguntas de los periodistas sobre la política local, Zaplana ha recordado que está "retirado de la escena política".

No obstante, y "como ciudadano", ha asegurado tener su "opinión muy fundada" sobre la situación del PP en Benidorm, al tiempo que ha asegurado que "hay pocas personas" que conozcan como él "los avatares, los entresijos y las circunstancias de la política local" que él mismo protagonizó hace tiempo.

"Yo estoy muy mayor y estoy retirado de la escena política, lo que pasa es que veo también con tristeza cómo cambia la política", ha señalado. Así, ha defendido "la política del entendimiento, de la unidad y del compromiso" y ha remarcado, —sin referirse a "nada en concreto", según ha aclarado—, que "los partidos necesariamente tienen que ser plurales".

De lo contrario, ha indicado, "los partidos monolíticos, los partidos que no respetan la pluralidad en su seno, sobre todo cuando son partidos amplios que representan a una parte muy importante de la población, yo creo que no cumplen con su misión y con su papel fundamental y esencial".

El exministro y también exalcalde de Benidorm, ha asegurado que él "siempre" ha intentado "fomentar el diálogo, el entendimiento, defender el pluralismo", y a su parecer, dio "algún ejemplo en esta ciudad".

"En un momento determinado en esta ciudad, todo un centro derecha disperso fuimos capaces algunas personas de unirlo, de conformar un partido plural", dado que, "cuando representas a tantos, necesariamente eres un partido plural".

"Se dice, sin ninguna razón, que yo podía tener un liderazgo todo lo marcado que algunos quisieran, pero desde luego lo que nadie puede decir es que no se respetaba el pluralismo más absoluto, y que todo el mundo que en el partido tenía algo que decir tenía su sitio, su lugar y su voz".

"Así, personas que éramos muy distintas y que en algún momento incluso nos habíamos enfrentado, convivimos muy razonablemente y con unas dosis de éxito muy importante en un mismo partido, en unas mismas candidaturas y en beneficio de la ciudad", ha señalado.

En esta línea, ha recordado también que, cuando él tenía responsabilidad en el PP actuó "de una forma", y ahora, los que son responsables, "son los que deciden y los que después tienen la valoración, en primer lugar de los miembros del partido, y en segundo lugar de la opinión pública y de los ciudadanos en las urnas, y todo eso es lo que hay que respetar".