El equipo de investigadores liderado por el Profesor de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Guillermo López Lluch, ha puesto en marcha un estudio que relaciona la actividad física y el envejecimiento con parámetros bioquímicos y antioxidantes en sangre.

"El desarrollo de la actividad antioxidante que se produce en las membranas plasmáticas de los glóbulos rojos podría jugar un papel importante en el proceso de envejecimiento. Nuestra hipótesis es que se podrían mantener esos beneficios durante más tiempo en personas mayores a través de la práctica de ejercicio físico y unos hábitos de vida más saludables", explica López Lluch.

Para llevar a cabo esta investigación, el equipo de expertos de la UPO en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) va a comparar dos grupos de población, como son jóvenes de la Universidad Pablo de Olavide con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años, y mayores del Centro de Día para Personas Mayores y del Pabellón Entretorres de Dos Hermanas (Sevilla) a partir de los 65 años. Los participantes serán clasificados en activos y sedentarios en función de sus hábitos de vida, según indica Andalucía Innova en una nota.

"El objetivo es ver si estas personas mayores, clasificadas como activas, desarrollan una capacidad o actividad antioxidante en la membrana de los glóbulos rojos mejor que la de las personas sedentarias y más cercana a la que desarrollarían las personas jóvenes", señala el profesor de la Olavide.

Con este fin se tomarán unas medidas antropométricas, consistentes en medir el perímetro de la cintura para calcular el exceso de grasa en el cuerpo. A partir de esta información se estudiarán las actividades que se desarrollan en la membrana plasmática de los glóbulos rojos, donde tienen lugar las actividades relacionadas con el proceso de oxidación causante del envejecimiento.

Asimismo, a través de una extracción de sangre, se analizarán una serie de parámetros bioquímicos típicos asociados al plasma sanguíneo como el colesterol, triglicéridos y glucosa. Posteriormente, se analizarán parámetros enzimáticos que tienen que ver con procesos inflamatorios, como la proteína C-reactiva, un parámetro que suele incrementarse durante el envejecimiento.

Si los expertos confirman esta hipótesis de partida y relacionan la práctica de ejercicio y las actividades de estos compuestos que se encuentran en la membrana plasmática, podrían proponer un plan de trabajo de ejercicio a una determinada edad.

"De esta forma, podríamos comprobar si es posible mejorar los procesos relacionados con el envejecimiento, como los inflamatorios, sarcopenia (pérdida de músculo durante el envejecimiento), Alzheimer, problemas cardiovasculares (arteriosclerosis), diabetes, entre otros, con la práctica de ejercicio físico", adelanta López, que añade que, si consiguen reducirlos, se acercarán a una terapia mucho menos costosa, agradable y mucho mejor que tomar una pastilla diaria.

Entre el equipo de investigadores se encuentran Jesús del Pozo Cruz, galardonado con el primer premio a la Investigación Deportiva 2010 por el Instituto Andaluz del Deporte, y Elizabet Rodríguez Bies, profesora asociada de la Facultad del Deporte. El proyecto cuenta también con la participación del grupo de investigación de Estudios Estadísticos y Demoscópicos Multidisciplinares de la Olavide, dirigido por Manuel Porras Sánchez, y espera presentar sus resultados en un año.

La Junta de Andalucía financia esta investigación, a través de la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte en el programa de Investigación en Medicina del Deporte gestionado por el Centro Andaluz de Medicina del Deporte.