El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Badajoz ha dictado un auto por el que declara en concurso voluntario de acreedores a Carnes y Conservas Españolas (Carcesa), con un pasivo de más de 100 millones de euros, y aparta a la familia Ruiz-Mateos de la gestión.

En el auto, al que tuvo acceso Europa Press, la juez defiende la conveniencia de suspender las facultades de los propietarios sobre el patrimonio de Carcesa para "favorecer la continuidad de la empresa y devolver la seguridad y confianza a los trabajadores y a los acreedores".

Con esta medida, pretende además desvincular a Carcesa de las otras empresas "relacionadas con la concursada y gestionadas de hecho por una única dirección y que se encuentran en estos momentos en situación de insolvencia actual o inminente".

Asimismo, designa a una administración concursal integrada por cinco miembros, dos abogados, un economista, un auditor de cuentas y un acreedor, dada la "complejidad del asunto" y las "relaciones financieras" de Carcesa con otras empresas propiedad de la familia Ruiz-Mateos. El juzgado tiene por personada en el procedimiento a la Federación Agroalimentaria de UGT.

En la memoria económica presentada ante el Juzgado se detalla que el pasivo estimado inicialmente por Carcesa asciende a 100.134.720 euros. Se trata de la segunda empresa de Nueva Rumasa que entra en procedimiento concursal, tras la firma de postres Dhul.

Requerimiento de las cuentas.

En el auto, el juzgado requiere a la empresa que en el plazo de cinco días aporte las cuentas anuales correspondientes a los tres últimos ejercicios, ya que en su solicitud sólo adjuntó los informes de auditoría.

Carcesa, sociedad adquirida por la familia Ruiz-Mateos a la multinacional Kraft en 2008, fue la primera empresa del grupo en lanzar pagarés corporativos en febrero de 2009, con una rentabilidad del 8% anual.

Con fábricas en Mérida, Don Benito y Montijo, en la provincia de Badajoz, la empresa tiene una plantilla de alrededor de 300 trabajadores.

Junto a Dhul y Carcesa, Nueva Rumasa ha solicitado el concurso de acreedores de Clesa, Cacaolat y Queserías Menorquinas (Tranchettes), mientras que ultima la presentación del mismo procedimiento para cuatro de sus bodegas en Cádiz y para Hibramer.