Un terremoto de magnitud 3,1 se ha registrado la mañana de este miércoles frente a las cosas de Murcia y Alicante, entre los cabos de Palos y de Santa Pola, ha informado el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

De acuerdo con este instituto, el temblor "ha sido pequeño" y no ha provocado movimientos en el agua.

El IGN ha informado asimismo de que el maremoto ha sido sentido en las localidades alicantinas de Torrevieja y Guardamar del Segura, en tanto que, según el Centro de Coordinación de Emergencias de Murcia, no ha sido percibido en esta región.

El terremoto es una "buena noticia" ya que desde hacía más de dos meses que no se liberaba energía en esta zona, una situación que los expertos veían como anómala.

Así lo han explicado los responsables de la Unidad de Registros Sísmicos de la Universidad de Alicante, José Juan Giner y Pedro Jaúregui, quienes han indicado que desde la primera semana del pasado enero no se producía una sacudida de más de 3 grados entre el sur de la provincia de Valencia y Murcia, pese a que suelen ser más habituales.

Aunque en un primer momento diversas fuentes han calificado la sacudida sísmica de "maremoto", estos expertos han aclarado que, aunque el epicentro haya sido en el mar, se trata de un terremoto.

Esto es así porque sólo se denomina maremoto cuando el movimiento provoca una ola que resulta "visible y medible", algo que no ha ocurrido en esta ocasión, por lo que el fenómeno, con epicentro entre los cabos de Palos y Santa Pola debe denominarse terremoto.

"Hacía tiempo que no registrábamos ningún terremoto en esta zona, y es bueno porque el de hoy se ha convertido en una especie de aliviadero de la energía acumulada en la zona" después de dos meses de parón, "que preocupaba un poco" desde el punto de vista científico, según Giner.

Para los expertos, este tipo de sacudidas sin incidencia en la población son positivos porque "si la energía se libera poco a poco se evitará que salga de golpe".

Jaúregui ha explicado que cada año se producen entre 50 y 60 terremotos de entre 1,5 y 3 grados de magnitud desde el sur de la provincia de Valencia hasta Murcia, a la altura de Mazarrón.

En lo que se lleva de mes, la Unidad de Registros Sísmicos de la Universidad alicantina ha detectado cinco pequeños terremotos de entre 1,7 y 3 grados con epicentro en Ayelo de Malferit (Valencia), aquí dos; Cocentaina y Penáguila (Alicante) y Mazarrón (Murcia).

"Todos son normales y habituales y, en principio, no hay que preocuparse porque son mucho menores que los episodios que tienden a verse en otros puntos del planeta, como Japón, Indonesia y California", ha tranquilizado Jaúregui.