El nivel de eficiencia energética en los hogares de Castilla y León alcanzó en 2010 la puntuación de 6,53 frente a los 6,37 puntos que registró el año anterior, lo que supone un aumento del 2,4 por ciento respecto a 2009, según el Índice de Eficiencia Energética elaborado por Gas Natural Fenosa.

A nivel nacional, el Índice de Eficiencia ha alcanzado en 2010 una puntuación de 6,59, cifra que presenta un ligero avance respecto de 2009 (6,49) y que supone una mejora del 7,7 por ciento en relación con el primer estudio, realizado en 2004 (6,12).

De la sexta edición del Índice de Eficiencia Energética presentada este lunes por el director general de Negocios Minoristas de Gas Natural Fenosa, Daniel López Jordà, se desprende que el potencial de ahorro energético de los hogares españoles es todavía de 1.413 millones de euros, un ahorro que podría evitar la emisión de 5,2 millones de toneladas de CO2, una cantidad similar a la emitida anualmente por 2,17 millones de vehículos.

Por Comunidades Autónomas, los hogares de Cataluña son los más eficientes (6,74), seguidos por los madrileños (6,70) y los del País Vasco (6,65). Canarias es la comunidad autónoma con el índice más bajo (5,98).

El resto de comunidades autónomas presentan los siguientes índices: Andalucía, 6,62; Aragón, 6,48; Asturias, 6,38; Baleares, 6,64; Cantabria, 6,61; Castilla y León, 6,53; Castilla-La Mancha, 6,54; Comunidad Valenciana, 6,62; Extremadura, 6,64; Galicia, 6,43; Murcia, 6,63; Navarra, 6,46 y La Rioja, 6,33.

El responsable del Centro de Eficiencia Energética de Gas Natural Fenosa, José Javier Guerra, y el presidente de la Asociación de Internautas, Víctor Domingo, han valorado el resultado global obtenido este año, que representa un repunte respecto al año anterior, cuando el índice reflejó un estancamiento.

En cualquier caso, el pequeño avance no refleja la afirmación del 53 por ciento de las personas consultadas que consideran que el ahorro de energía es "más importante" que antes de que se produjera la crisis.

Pese a este contexto económico, la principal motivación de los encuestados para adoptar medidas de eficiencia energética continúa siendo la convicción de que unos hábitos apropiados contribuyen a la mejora del medio ambiente, una afirmación compartida por el 92 por ciento de los encuestados.

Además, el Índice refleja que en los hogares en los que se ha repetido la encuesta dos años, el nivel de eficiencia energética ha aumentado de forma significativa (hasta alcanzar un valor de 6,87) y según José Javier Guerra "cuando hay un impacto de concienciación de cultura energética, así como una formación, los hogares mejoran sus hábitos y usos de la energía".

Si se analiza el perfil de los encuestados, la eficiencia es mayor conforme aumenta el nivel de renta disponible, en buena medida, debido al mejor equipamiento del hogar. También, la eficiencia tiene relación directa con el tamaño de la localidad en la que se vive: a mayor población, mejor es la puntuación que obtienen las familias en el índice.