El Congreso ratifica la decisión de que España esté militarmente en la intervención en Libia

  • Zapatero ha logrado el apoyo de 336 diputados. Solo ha habido tres votos en contra (IU y BNG) y una abstención (ICV).
  • El presidente defiende la legalidad y la legitimidad de 'El amanecer de la odisea'.
  • La misión durará entre uno y tres meses.
  • El PP da su apoyo, pero recuerda que es una ratificación de una decisión tomada.
  • El PNV aprueba la misión, pero asegura que su apoyo "no es un cheque en blanco".
  • Gritos de "no a la guerra" en la tribuna de invitados.

El Congreso de los Diputados ha ratificado con 336 votos a favor, tres en contra (IU y BNG) y una abstención (ICV) la participación española en la operación internacional en Libia, aprobada por la ONU y conocida como "El amanecer de la odisea".

Según ha detallado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los militares españoles permanecerán entre un mes (apoyando la zona de exclusión aérea) y tres meses (en el caso del embargo de armas). La misión será prorrogable en función de "las necesidades" de la operación y Zapatero se ha comprometido a que el Gobierno acudirá para ello de nuevo a solicitar la autorización de la Cámara.

El presidente  arrancó el pleno pidiendo formalmente al Congreso permiso para autorizar la participación de Fuerzas Armadas españolas en la intervención de la coalición internacional en Libia. Para ello, apeló a la legalidad de la operación y se refirió expresamente a la resolución 1.973 de la ONU.  Una resolución que, según dijo, "no pretende la expulsión de Gadafi de Libia, ni tampoco incluye "la ocupación del territorio libio". "Su objetivo era advertir al coronel Gadafi de que dejase de usar las armas contra su pueblo, de que sino lo hacía así, la comunidad internacional estaba dispuesta a usar la fuerza para poner fin al genocidio"

"La ONU ha sabido estar a la altura al decidir el empleo de la fuerza contra los ataques generalizados del régimen de Libia a la población civil", añadió Zapatero, para después afirmar que "la comunidad internacional no sólo ha abierto el cauce para poner fin a estos hechos dramáticos, sino que sale reforzada de una decisión ajustada en su legalidad".

Legitimidad y responsabilidad

Según Zapatero, la comunidad internacional sale reforzada por la forma en la que se ha tomado la decisión, "con el apoyo inequívoco en dos resoluciones (de la ONU) y con el respaldo expreso de las organizaciones regionales, la Liga Árabe, la Unión Africana y el Consejo Europeo".

El presidente del Gobierno también se ha referido a la legitimidad de la misión, alegando que la responsabilidad "consiste en que si un Estado no cumple la obligación de proteger, la comunidad internacional debe intervenir".

En cuanto el éxito de la misión, se mostró convencido de que las primeras intervenciones están funcionando, pues han logrado paralizar al líder libio, según dijo. Sin embargo, advirtió de que la comunidad internacional seguirá vigilante y actuará si lo considera oportuno. Por eso, Zapatero dijo que "el Gobierno pedirá la prórroga de la misión en Libia si es necesario". Hasta ahora la intervención "ha surtido efecto, al menos parcialmente", porque "parece que se han detenido los ataques indiscriminados y, eventualmente, se ha producido algún repliegue".

Rajoy apoya la petición

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, tomó la palabra para decir que su grupo apoyaría la petición del Gobierno, no sin destacar que lo que se solicitaba Zapatero es la ratificación de una decisión ya tomada y en marcha. En su discurso, Rajoy destacó que su partido siempre ha buscado un consenso en materia de Defensa.

El líder de CIU, Josep Antoni Durán i Lleida dijo sentir vergüenza "de una comunidad internacional que no ha sido capaz de intervenir antes. Es cierto que no es una responsabilidad de España, pero de haberse producido la resolución de la ONU antes habríamos evitado la pérdida de muchas vidas humanas", dijo. Tras comprometer el apoyo de su grupo, Durán i Lleida pidió que se terminara con las diferencias en cuanto al liderazgo de la intervención.

"Nuestro apoyo no constituye un cheque en blanco", dijo Josu Erkoreka, del PNV, en su intervención. "Si la legitimidad de esta misión descansa sobre el aval de la ONU y el objetivo de proteger a los civiles, el respaldo de mi grupo se circunscribe a las actuaciones militares que se lleven a cabo dentro de estos límites. Si se producen desviaciones con respecto al proceso definido, criticaremos, rechazaremos y condenaremos las actuaciones que sobrepasen la misión", dijo Erkoreka.

Izquierda Unida, lo más crudo del debate

El portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares empezó diciendo que "en nombre de IU, digo no'. Con una pegatina en la solapa del 'No a la Guerra', se refirió al presidente del Gobierno con un "quién le ha visto y quién le ve. Encabezando pancartas de no a la guerra de Irak y ahora liderando la guerra contra Libia".

A Llamazares no le convencen los motivos de la intervención en Libia, pues "ni la democracia ni los derechos humanos se imponen con la guerra", dijo. "Es hipócrita hablar de derechos humanos. En el mundo hay 32 conflictos con un tirano que sojuzga a su pueblo y que extermina a una tribu o al que piensa distinto. Sería una locura que la política internacional llevase la guerra a cada sitio, iríamos a una guerra global, por eso se adoptan otras medidas", prosiguió. "¿Por qué en el caso de Libia se va a la intervención militar?", se preguntó Llamazares, "porque queremos gobernar los cambios en el mediterráneo a nuestro acomodo", se respondió él mismo.

Joan Ridao, portavoz de ERC, dijo que ve motivos económicos detrás de la decisión de intervenir militarmente en Libia. Sin embargo, aseguró que su grupo daría el apoyo a la petición del Gobierno. En Libia hay petróleo y son muchas las inquietudes de su grupo sobre los intereses de la comunidad internacional en la zona, pero votarán que sí porque "deseamos la intervención para derrocar a Gadafi y establecer la democracia".

Para el BNG los fines son buenos, pero la forma no: "No se puede cambiar al matanza con una matanza mayor", dijo Francisco Jorquera, quién criticó una intervención que pretende "neutralizar las defensas y los armamentos con los que los atacantes han dotado al régimen de Gadafi". Jorquera concluyó pidiendo a Zapatero que haga más caso a Alemania en esto y no en políticas sindicales.

En su alocución, Rosa Díez, de UPyD, pidió -al tiempo que daba su apoyo a la participación de España en la operación libia- que las democracias revisen la forma en la que tratan a los "sátrapas" del mundo como Gadafi

Zapatero responde a las críticas

En su segundo turno de palabra, el presidente del Gobierno respondió a Llamazares que habrá que actuar en Libia "hasta que se garantice que se protege a la población, y pidió al portavoz de IU que "reflexione y defienda el sistema de la ONU, porque sin un orden multilateral no habrá manera de hacer un mundo con más paz".

A Rajoy le respondió que se informará al respecto sobradamente y que España ve con bueno ojos que el mando pase a la OTAN, pero "trabaja cómodamente también" con el mando en manos del Ejército de EE UU. "No estaríamos aquí si hubiera pasado lo que en Túnez o Egipto, si se hubiera abierto una puerta a la democracia", aclaró Zapatero.

Gritos de "no a la guerra"

Cuando el presidente del Congreso, José Bono, ha declarado concluida la sesión, parte de los invitados en el Parlamento han proferido gritos contra la guerra, contra la intervención española y contra el presidente de EE UU, Barack Obama.

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