El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha expresado, tras la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Guadalquivir y de su reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que, a partir de ahora, de lo que se trata es de buscar una fórmula de gestión que permita la incorporación de otras comunidades, y que se mantenga, como es lógico, la parte más importante en Andalucía porque el río discurre por esta comunidad en prácticamente un 90 por ciento y en cuya cuenca viven unos cinco millones de andaluces.

En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, el presidente ha recordado que la sentencia del TC lo que hace es derogar, porque lo considera inconstitucional, el artículo 51 del Estatuto de Autonomía de Andalucía, manteniendo en vigor otros.

Asimismo, ha querido dejar claro que en el artículo 51 no se dice que Andalucía tenga competencias plenas sobre todas las aguas, sino que se señala que se trata de competencias exclusivas sobre las aguas que discurren por territorio andaluz y preservando siempre la planificación nacional en todo el tema hidrológico.

Para Griñán, si hay que mantener la unidad de cuenca, que es lo que dice el Tribunal Constitucional, se puede hacer compartiendo gestión, de manera que ya se previó en su momento en el Estatuto que hubiera una reserva para el Estado de lo que son las competencias generales de planificación.

Debate sobre energía nuclear

De otro lado, el presidente de la Junta ha considerado que este es el peor momento para abrir un debate sobre la energía nuclear porque puede ser "oportunista" en algún caso, al hilo de lo ocurrido en Japón. Ha apuntando que ese debate es necesario, pero quizá se debería hacer en uno o dos meses.

Preguntado sobre la Ley de reordenación del sector público andaluz, el presidente ha negado que fomente algún tipo de "enchufismo", sino que es al revés. Ha apuntando que, de cara a la próxima oferta de empleo pública, la Junta quiere que se desarrolle una "oposición pura y dura", con pruebas libres para todo el mundo, mientras que los sindicatos están pidiendo la fórmula del "concurso-oposición".