"Pensé que no volvería a caminar". Uma Thurman desvela sus problemas con Tarantino

Que a estas alturas, Uma Thurman haya aclarado el acoso al que la sometió Harvey Weinstein, revelando incluso las amenazas que recibió, no es desgraciadamente ninguna novedad, ya que lo único que hace es corroborar la pertenencia de la actriz a una horrible lista de víctimas acumulada durante décadas.

Lo que sí es más sorprendente de las revelaciones que Uma Thurman ha hecho al New York Times es la dureza con la que la actriz se ha descargado contra Quentin Tarantino, revelando una situación que vivió en el rodaje de Kill Bill.

De acuerdo con las declaraciones de la actriz, durante el rodaje de la famosa película hubo un momento en que tenía que conducir pero que el coche, según le informaron miembros del equipo, no estaba preparado para rodar la escena con la seguridad necesaria. Cuando Thurman se negó "Quentin vino a mi tráiler y como cualquier director, no quería escuchar un no por respuesta", explica. "Estaba furioso porque les estaba costado mucho tiempo. Pero yo tenía miedo. Me prometió que el coche estaba bien y solo había que conducirlo por una carretera recta. 'Conduce a 64 kilómetros por hora o tu pelo no se moverá del modo que quiero y tendrás que hacerlo de nuevo'. Estaba en una trampa. El asiento no estaba correctamente colocado. Era una carretera de arena y no estaba en línea recta".

A continuación, el periódico neoyorquino incluye un vídeo que la actriz ha estado intentando conseguir durante años.

(puedes ver el vídeo completo dentro del artículo original)

"El volante estaba metido en mi tripa y tenía las piernas atrapadas. Sentí el dolor y pensé que no volvería a caminar. Cuando volví del hospital con un collarín y con las rodillas destrozadas y un bulto en la cabeza, quise ver el coche. Quentin y yo tuvimos una enorme bronca y le acusé de haber intentado matarme. Él también estaba enfadado, imagino que porque no sentía que hubiese intentado eso."

Tras el encontronazo entre cineasta y actriz, Thurman intentó acceder a la grabación del momento, a lo que la empresa de Harvey Weinstein se negó si antes no firmaba un documento que les descargase de culpas de todo lo sucedido y de las secuelas que le quedaran.

"Estuvimos peleados durante años y hubo que lidiar con eso mientras promocionábamos las películas. Tuvimos una pelea enorme en el Soho House de Nueva York en 2004 y empezamos a gritarnos porque no me dejaban ver el metraje y él decía que era una decisión que habían tomado entre todos".

Durante la entrevista, la actriz rompe a llorar explicando que tras aquel incidente con Tarantino y la empresa de Weinstein ha pasado a ser un juguete roto en la industria y que solamente ahora, 15 años después y cuando arrastra una lesión crónica de cuello, el cineasta ha accedido a darle la grabación.

Tras la publicación del texto, algunas de las miembros más destacadas del movimiento #MeToo se han lanzado contra el cineasta. Tal es el caso de Asia Argento (cuya pareja sentimental ya atacó a Tarantino), que ha publicado en Twitter el siguiente mensaje:

Junto a estas declaraciones, Thurman retrata a Tarantino como un sádico que se puso a escupirla en la cara en un plano que lo requería y que cogió las cadenas del personaje de Go-Go Yubari para estrangularla personalmente con ellas.