Este lunes comienza el juicio con jurado popular contra el acusado de matar a su cuñado en Arróniz

El fiscal pide 7 años y 6 meses de prisión por un delito de homicidio con la atenuante muy cualificada de defensa propia
Palacio de Justicia de Navarra.
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EP/GOBIERNO DE NAVARRA
Palacio de Justicia de Navarra.

El juicio con jurado popular contra un acusado de matar a su cuñado en Arróniz el 2 de marzo de 2008 se celebrará entre el 21 y 23 de marzo en la 1ª planta del Palacio de Justicia de Pamplona.

La elección de los nueve miembros del jurado, así como de los dos suplentes, empezará a las 10 horas del día 21. Una vez elegido el jurado, sobre las 12, comenzará la vista oral con las exposiciones previas de las partes - fiscal y defensa- a los jurados y, posteriormente, alrededor de las 12.30, tendrá lugar el interrogatorio del acusado.

El fiscal solicita 7 años y 6 meses de prisión para el procesado, R.M.H., por un delito de homicidio con la atenuante muy cualificada de defensa propia, mientras que la defensa reclama la absolución al entender que concurren las eximentes completas de trastorno mental transitorio, legítima defensa y miedo insuperable.

En su escrito de acusación, el fiscal expone que existía una "mala relación" entre el acusado y el fallecido, Felipe Osés Ajona, "motivada por problemas familiares relacionados con una herencia".

Como consecuencia de esos problemas, expone el fiscal, la tarde del 29 de febrero de 2008, "Felipe Osés entró en el bar de jubilados de Arróniz diciéndole a su cuñado 'cabrón, hijo de puta, ladrón', lo que motivo que R.M.H. interpusiera una denuncia ante la Guardia Civil".

Días después, sobre las 19 horas del 2 de marzo, "Felipe Osés, después de haber ingerido una gran cantidad de alcohol, se dirigió al domicilio del acusado para recriminarle el haberle denunciado, portando en su mano una piqueta de albañilería". Cuando llegó al domicilio, rompió el cristal de la puerta de entrada y accedió al inmueble, continúa el fiscal.

En el momento en el que el acusado vio a su cuñado subiendo las escaleras, "muy enfadado y portando algo en la mano, cogió una silla de cocina y lo empujó escaleras abajo". La víctima quedó tumbada boca arriba en el rellano.

Tras este suceso, en vez de salir a pedir ayuda, el acusado "se dirigió a un pequeño sótano que tenía en su casa, donde guardaba un hacha". "Con dicha arma en la mano y con ánimo de poner fin a la vida de su cuñado, propinó nueve y doce golpes con el ojo del hacha en la cabeza y cuello de Felipe, aprovechando que estaba en el suelo y no podía defenderse", dice el fiscal, quien agrega que estos golpes le causaron la muerte. Tras cometer el crimen, el acusado salió a la calle para avisar a sus vecinos de lo ocurrido, concluye el fiscal.

Versión de la defensa

La defensa considera, por su parte, que el acusado cogió la silla en su domicilio para evitar ser golpeado con la piqueta de su cuñado y señala que ambos cayeron escaleras abajo forcejeando. "Como R.M.H. cayó al suelo al lado del garaje, lo primero que se le ocurrió en ese estado de pánico y gran nerviosismo, fue ir a por la azada para defenderse, ya que Felipe se estaba incorporando y diciéndole que le iba a matar", apunta la defensa.

Continuando con su relato, explica que el procesado "cogió la azada rápidamente y cuando Felipe ya estaba medio incorporado le golpeó con la azada en la cabeza en una situación de gran alteración psíquica que le impedía actuar con reflexión, causándole la muerte".

La defensa concluye señalando que, al darse cuenta de lo ocurrido, el procesado "trató de avisar a la Policía, pero la alteración psíquica no le permitía hacerlo correctamente y por ello se dirigió al domicilio de sus vecinos y les explicó lo ocurrido pidiéndoles que llamaran a la Policía para entregarse".

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