Los bosques andaluces "carecen" de instrumentos de gestión y necesitan "una protección más efectiva", según WWF

"La Junta de Andalucía declara muchos espacios dentro de la Red Natura 2000, pero no impulsa los necesarios planes de gestión", lamenta

Los bosques andaluces presentan "un altísimo nivel de protección" como consecuencia de encontrarse bajo figuras de protección, ya sea en la Red de Espacios Naturales Protegidos o en la Red Natura 2000, si bien "no son protecciones efectiva, sino solo sobre el papel" y además "carecen" de instrumentos de gestión forestal para "regular qué actividades se pueden hacer en el mismo para que el aprovechamiento económico sea una realidad, pero que la conservación también lo sea", según un informe de la organización ecologista WWF España, a la que ha tenido acceso Europa Press.

Para el colectivo ecologista, las políticas forestales en las comunidades autónomas y a nivel nacional tienen que estar asentada en tres pilares, gestión, protección y restauración. En este sentido, la coordinadora de Restauración Forestal de WWF, Lourdes Hernández, señala que en general los bosques en Andalucía son "reflejo del ámbito nacional".

En materia de protección, "los bosques andaluces presentan un nivel altísimo como consecuencia de encontrarse bajo figuras de protección, ya sea en la Red de Espacios Naturales Protegidos o en la Red Natura 2000". Si bien, Hernández, en declaraciones a Europa Press, ha subrayado que "no son protecciones efectivas, sino más bien sobre el papel y que no se traducen en una mejora de la calidad biológica de la masa forestal".

Además, explica que aún existe "un escenario general de ausencia de planes de gestión de los espacios de la Red Natura 2000". Hernández cree que "la Junta ha declarado muchos espacios dentro de esta red, pero no ha impulsado los necesarios planes de gestión que tienen que ir asociado a su protección", que son "el único modo para que la red de espacios protegidos sean un instrumento eficaz y que garanticen el equilibrio social, económico y ambiental".

En esta línea, lamenta que "no es una protección efectiva realmente", añadiendo que ésta "se queda en papel mojado", en lugar de contar con un plan de gestión que determine los usos que se establecen en la zona. Por último y en el campo de la protección, concluye que "Andalucía cuenta con una gran superficie y representatividad, pero le falta que ésta sea efectiva para la finalidad de proteger los espacios".

Por otro lado, ha recordado que la Ley de Montes establece que "las masas forestales destinadas a satisfacer a la sociedad de un recurso tangible, ya se madera, corcho, resina, frutos o caza, entre otros, debe contar "con adecuados instrumentos de gestión que, entre otros aspectos, regulen cuánta madera puede extraerse del monte, la carga ganadera o cinegética que puede soportar la vegetación o cuánto corcho puede aprovecharse sin comprometer la producción y la conservación del recurso a largo plazo.

En este contexto, Hernández ha indicado que a nivel nacional los montes que tienen un plan de gestión en vigor son el 12,7 por ciento del total y en Andalucía, a pesar de que la ley de Montes lo obliga, el 16,6 por ciento. "Un porcentaje muy bajo para garantizar que el bosque andaluz deje de ser tan vulnerable frente a incendios forestales, plagas o enfermedades", lamenta.

Certificación forestal

Además, ha apostado por la puesta en valor de la mejor herramienta para asegurar la correcta gestión del monte, a la vez que transmite al consumidor que se cumplen unos estándares sociales y ambientales exigentes. WWF considera que la certificación FSC (Consejo de Administración Forestal), es la que mejor garantiza el uso social y ambientalmente responsable de los recursos forestales. Hernández señala que "sólo un 3 por ciento de los montes andaluces está certificado por algún instrumento de certificación, FSC o PEFC".

Hernández, en referencia a la restauración de las masas forestales, ha recordado que hasta hace algunos años este tema "no se incorporaba como un pilar más, si bien la desaparición de grandes extensiones de bosque en España y Andalucía lo ha hecho necesario.

En este sentido, apunta que en el Valle del Guadalquivir, una superficie que atraviesa la comunidad andaluz, el informe de WWF detecta que actualmente sólo existe "el 3,5 por ciento de los encinares que llegaron a existir algún día".

"La Junta tiene que invertir decididamente en ampliar la superficie boscosa en aquellas unidades donde más han desaparecido", afirma Hernández, que ha explicado que los principales problemas de las masas forestales en Andalucía son el desarrollo de infraestructuras y la expansión urbana, el desarrollo de actividades agrícolas y ganaderas intensivas y las malas prácticas de explotación forestal.

Por último, Hernández ha demandado a la Administración andaluza que impulse planes de gestión en los espacios incluidos en la Red Natura 2000 y que potencie a los instrumentos de gestión de las masas forestales.

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