La consejera vasca de Educación, Isabel Celáa, cree que la fórmula "más apropiada" para Musikene es convertirla en "una verdadera fundación pública" porque "aportaría a este proyecto un nivel de colaboración y corresponsabilidad social, una afluencia de ideas y fondos provenientes del tejido productivo, una mayor incardinación del centro en la ciudad en la que se ubica, y por extensión, en todo el territorio del País Vasco, y una mayor proyección al exterior".

En una respuesta parlamentaria, a preguntas de UPyD, Celáa subraya que su Departamento, como fundador y constituyente de la Fundación Privada de Sector Público Musikene, ha valorado el futuro de este centro "desde el punto de vista jurídico, tomando en consideración una de las conclusiones del Informe de Fiscalización del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas de diciembre de 2010, sobre el ejercicio 2009 de Musikene, que consideraba "recomendable analizar la idoneidad de mantener la prestación" de su servicio mediante la figura de fundación.

En este sentido, señala que se han analizado las opciones que aporta el panorama normativo "para poder llegar a la conclusión más oportuna y coherente con la realidad del Centro Superior de Música, en el sentido de seguir considerándolo un Centro de referencia y excelencia en el mundo académico musical".

En este sentido, apunta que "se ha estudiado la regulación contenida en el Real Decreto 303/2010, de 15 de marzo, por el que se establecen los requisitos mínimos de los centros que impartan enseñanzas artísticas reguladas en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación", en cuyo articulado encuentran "las determinaciones usuales dadas por la propia Ley Orgánica de Educación".

De esta forma, subraya que "los centros de enseñanzas artísticas, entre las que se encuentran las musicales, se clasifican en públicos y privados, siendo los primeros Conservatorios Superiores de Música o Escuelas Superiores de Música, y los segundos, Centros Autorizados de Música".

En este sentido, afirma que "el régimen jurídico de estos centros se identifica, claramente, con el regulado en la propia Ley Orgánica de Educación, adoptando alguna peculiaridad proveniente de los estudios artísticos que en ellos se imparten".

La consejera señala que, en estos centros, "al igual que hoy ocurre con el Centro Superior de Música Musikene, se podrán ofertar los estudios de grado y postgrado en las condiciones establecidas en el Real Decreto 1614/2009, de 26 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas artísticas superiores reguladas por la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación".

Respecto a la posibilidad de generar un centro circunscrito a la regulación recogida en la Ley Orgánica de Educación, "se ha entendido que debía ser descartada por corresponderse con una fórmula que podría conllevar la pérdida de algunas de las condiciones y elementos de flexibilidad que impulsan a la consideración de Musikene como un referente de excelencia para la sociedad en general, y el mundo profesional de la música en particular".

Asimismo, explica que se han valorado algunas de las fórmulas jurídicas que ofrece la normativa, "distintas a las fundacionales, pero que confluyen en el mundo de la gestión administrativa de servicios públicos", como la Sociedad cooperativa y asociación, dentro del ámbito del derecho mercantil; la Sociedad pública y agencia, dentro del ámbito del derecho público; y el Consorcio.

También afirma que "hay otros instrumentos que se han podido tomar en consideración y que ya son utilizados", pero que también se han rechazado porque "conllevaría implementar en la gestión de Musikene un distanciamiento del régimen público con utilización de normas de carácter eminentemente privadas, con la pérdida de control de la Administración Educativa, cuyo objetivo último ha de ser la eficacia, la eficiencia y la excelencia en la prestación de la educación, en este caso la ecuación musical".

Isabel Celáa destaca que, asimismo, se ha analizado "la posibilidad de reconducir la Fundación Privada de Sector Público Musikene sin cambiar su régimen jurídico, manteniendo la mayoría de miembros del Patronato procedentes de las administraciones públicas o designados por éstas y continuar con la mayoría de capital procedente del erario público".

Fundación pública

En su opinión, "ese cambio debiera venir dado por el intento de hacer de la fundación privada de sector público una verdadera fundación pública, donde el cambio fundamental se produciría en aspectos que debieran tener el correspondiente reflejo en la modificación subsiguiente de los Estatutos", como la composición del patronato, con el mantenimiento de miembros representantes del Gobierno vasco, y la incorporación de representantes de otras Administraciones Públicas, como, por ejemplo, la Universidad del País Vasco, con más de un miembro, o el Ayuntamiento de San Sebastián".

También se tendría que incorporar, "del mismo modo, y por decisión de los miembros del patronato que representan al fundador, esto es, al Gobierno vasco, de empresas que tendrían, a su vez, la condición de colaboradores".

De esta forma, habría nuevas figuras, como los fundadores (miembros fundadores creadores de la entidad objeto de regulación), los miembros de honor personas física o jurídicas (designadas por el Patronato y que se hagan acreedoras de esta distinción por su relieve en el campo de la música o por haber prestado servicios importantes a la Fundación, cuyos derechos y obligaciones los fijará el Patronato) y los colaboradores (personas jurídicas o entidades que por sus conocimientos, dedicación, experiencia, aportaciones o interés en la materialización de los fines fundacionales quieran poner a disposición de la misma su adscripción).

En cuanto al presupuesto de Ingresos, habrá aportaciones Ordinarias de los Patronos, y por tanto, no sólo del Gobierno vasco. Además, se explorarían "posibilidades como en otras Fundaciones". Además, se cumpliría con "el reflejo claro en el tenor de los Estatutos" de su obligación "de cumplir con la normativa de empleo público".

Por último, dice que esta fórmula es "considerada como la más apropiada a la situación" de Musikene porque "aportaría a este proyecto un nivel de colaboración y corresponsabilidad social, una afluencia de ideas y fondos provenientes del tejido productivo, una mayor incardinación del centro en la ciudad en la que se ubica, y por extensión, en todo el territorio del País Vasco, y una mayor proyección al exterior, con un grado más amplio de eficacia, eficiencia y transparencia".