BIO Nació en Riaño (León) el 26 de abril de 1956, pero se crió en Éibar (Guipúzcoa). Empezó en teatro y 'El Lute' lo consagró como actor.

Imanol Arias ha vuelto a la gran pantalla con La semana que viene (sin falta). Es Teo, el  propietario de un taller de tuning cargado de deudas.

En la película no sigue el refrán de No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. ¿Y en la vida real?

No tengo una vida tan bien planteada como los personajes, y me ha costado mucho llegar a esa conclusión. Nos han enseñado que no hay que dejar para mañana nada que se pueda hacer hoy.

¿Son buenas las segundas oportunidades?

Desde que he hecho esta película pienso que quizá ahora, que voy a cumplir 50 años, es un momento bueno para no acertar a la primera. Pero no es fácil porque estamos educados para lo contrario.

¿La vida es un drama del que hay que reírse?

Es un drama porque le hemos puesto ese nombre. Creo que la vida es una tragicomedia, y demasiado corta como para hacer de ella un solo estilo dramático. Yo le pondría mucha comedia.

No es habitual verle en comedias. ¿No se lo proponen?

He hecho cosas en las que había sustratos cómicos, pero comedias he hecho tres. Es un género que, al no hacerlo tanto, me impresiona y me cuesta. Pero aprendo mucho.

¿Imanol actuaría como Teo?

Soy positivo, pero no me parezco a Teo. Él tiene una capacidad de estar solo que yo no tengo. Para tunearse el alma, él tiene que pagar un precio, que es la soledad.

Para preparar el personaje, ¿hizo la ruta de los talleres?

Sí. Y toda la gente que hace tuning intentó ayudarme a entender cómo es ese mundo.

Pero no se tuneó el coche...

Sí le hice algún arreglo. Lo tuneé en confort.