La Policía Nacional ha detenido en Madrid a Guy Orsoni, un francés acusado de cuatro asesinatos por ajustes de cuentas en Córcega y que era uno de los delincuentes más buscados en el país galo.

Según ha informado este martes la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, sobre el arrestado, de 26 años, pesaba una orden europea de detención y entrega emitida por las autoridades francesas también por tráfico de drogas y blanqueo de capitales.

Se trata de uno de los presuntos integrantes de una organización criminal gala, a quien se le atribuyen cuatro asesinatos -todos ellos "ajustes de cuentas"- cometidos sobre miembros de grupos rivales en Córcega entre enero y abril de 2009.

Las cuatro personas asesinadas por el ahora arrestado pertenecían a la misma banda rival de malhechores de Ajaccio (Córcega) denominada "Petit Bar" o "L'équipe", y los crímenes son consecuencia de la lucha entre estos grupos por el control de "su territorio". El primero de los asesinatos que se le imputan tuvo lugar en la localidad corsa de Bastelicaccia, el 3 de enero de 2009.

La víctima, un bombero de 36 años, fue tiroteado con una carabina al salir de un céntrico bar. El padre del fallecido era un conocido nacionalista corso que también fue asesinado cuando se encontraba en el interior de un bar y al que se le relacionaba con el crimen organizado, ha explicado la Policía. Poco después, el 29 de enero, tuvo lugar en Ajaccio otro tiroteo en el que también estuvo implicado Orsoni, según la Justicia francesa, y en el que la víctima -que también iba armada- recibió más de quince impactos de bala.

El último de los hechos que se le imputan sucedió también en Ajaccio el 12 de abril de 2009, cuando dos personas fueron acribilladas por ráfagas de kalashnikov en plena hora punta, cerca de un colegio y próximos a un control rutinario de la Gendarmería francesa. El vehículo en el que viajaban las víctimas, que también iban armadas, fue interceptado por una furgoneta y de ella salieron cuatro sujetos que dispararon al coche.

Orsoni está acusado también de tráfico de estupefacientes y blanqueo de capitales después de que en 2008 fuera interceptado en la frontera franco-española con más de 88.000 euros en efectivo y restos de cocaína en el vehículo en el que viajaba junto a otras dos personas.