El presidente del Ilustre Colegio de Geólogos (ICOG), Luis Suárez, ha pedido que se cumpla la normativa sismorresistente de forma estricta en las zonas de riesgo sísmico, como medida eficaz para prevenir los daños causados por terremotos, "especialmente en las zonas de mayor riesgo", tras la catástrofe que ha sucedido en Japón.

Así, ha señalado que esta normativa se aplica en función del mapa de peligrosidad sísmica, que puede consultarse en la web del Instituto Geográfico Nacional. Además, ha recordado que las áreas con mayor actividad sísmica son el sur peninsular, especialmente las provincias de Granada, Málaga, Almería, Murcia y Alicante, así como algunos puntos del Pirineo. "En estos lugares, donde hay constancia de eventos sísmicos recurrentes, la normativa debe cumplirse con mayor rigor", ha apuntado.

La norma es obligatoria para todas las nuevas construcciones y se materializa en refuerzos en cimentaciones, pilares, vigas y armaduras, para hacerlos más resistentes y evitar el efecto colapso 'tipo sándwich', "por el que un edificio de seis plantas quedaría reducido a una solo", ha añadido Suárez.

Por otro lado, ha indicado que "los ayuntamientos son los principales garantes de que la norma se cumpla estrictamente cuando otorgan las licencias de edificación". Aún así, reconoce que "en construcciones antiguas o en monumentos emblemáticos como La Alhambra de Granada, podrían producirse daños".

Igualmente, ha explicado que algunos suelos del sur de España se caracterizan por el predominio de las arenas y los limos. "Son tipos de suelo que ante movimientos sísmicos, el terreno tiene un comportamiento plástico, cuasi líquido, lo cual agrava el riesgo de daños e incluso colapsos en los edificios", ha indicado.

Finalmente, con relación a las variables que influyen en un terremoto, Suárez ha destacado que aparte del tipo de suelo, depende también de la distancia al epicentro, la profundidad al hipocentro y la magnitud Richter.