El edificio Emisiones Cero de Zaragoza autogenerará su propia energía verde y enviará a la red más de 20.000 kw

El edificio Cero Emisiones de Milla Digital de Zaragoza autogenerará alrededor de 84.000 kilovatios hora al año de energía verde de la que consumirá 57.000 kilovatios y podrá enviar a la red eléctrica más de 20.000 kilovatios hora al año.

El edificio Cero Emisiones de Milla Digital de Zaragoza autogenerará alrededor de 84.000 kilovatios hora al año de energía verde de la que consumirá 57.000 kilovatios y podrá enviar a la red eléctrica más de 20.000 kilovatios hora al año.

Toda la energía que consuma procederá de la producción de energías alternativas, fotovoltaica y eólica, y además no realizará emisiones netas de CO2 a la atmósfera, lo que le convierte en el primer edificio con emisiones cero de Zaragoza y "de los pocos que funcionan en España", ha destacado el consejero municipal de Urbanismo, Infraestructuras, Equipamientos y vivienda, Carlos Pérez Anadón.

En una visita a este edificio, Pérez Anadón ha subrayado que otra singularidad es que se ha conseguido reducir el consumo de energía al pasar de los 125.000 a los 57.000 kilovatios hora al año, que es la mitad de lo que consumiría un edificio de estas dimensiones sin utilizar estas técnicas.

En declaraciones a los medios de comunicación, Pérez Anadón ha apuntado que la construcción de este edificio por importe de 5 millones de euros del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local de 2010 "deja clara la apuesta del Ayuntamiento por la sostenibilidad y plantea un ejemplo para que administraciones y empresas y particulares vayan por el mismo camino" con la finalidad última de que Zaragoza sea más sostenible.

El edificio está terminado y el jueves se inaugurará con unas jornadas y estará a pleno rendimiento en junio porque ahora está en tramitación el pliego de bases para la empresa que gestionará el centro de incubación de empresas que albergará el edificio Emisiones Cero y que "será novedoso en su mecanismo de funcionamiento porque facilitará el nacimiento de empresas para que después de un tiempo se instalen por la ciudad", ha detallado.

Emisiones Cero supone un complemento al semillero de empresas de Zaragoza-Activa, que es más amplio y éste es más específico, "aunque todo tiene que ver con la voluntad del Ayuntamiento de ser inductor de generar empleo", ha precisado el consejero municipal de Urbanismo.

Pérez Anadón ha asegurado que "nos consta que hay empresas interesadas y que tienen que ver con el medio ambiente y las nuevas tecnologías" por lo que se demuestra "nuestra apuesta clara por la Milla Digital".

Generación de energía verde

La autogeneración de energía será mediante placas fotovoltaicas que producirán unos 74.000 kilovatios hora al año y la eólica mediante tres molinos auxiliares producirán de 9.500 kilovatios y 12.000 kilovatios.

Los aerogeneradores son de eje vertical que no precisa orientación al viento y además se detecta una ausencia de ruido y supone la integración de la energía eólica en el entorno urbano.

Diseñado por la empresa Intecsa-Inarsa (del grupo SNC-Lavalin), uno de sus arquitectos, Javier Gracia, ha explicado que el edificio se ha concebido como un gran climatizador que capta o rechaza el calor exterior, lo almacena y lo distribuye mediante un sistema de apertura o cerramiento de compuertas.

La doble fachada funciona como un parasol en verano y además dispone de nebulizadores de agua entre las dos "pieles" del edificio que acelera el enfriamiento. El patio interior que es distribuidor de todas las estancias dispone de un lucernario con compuertas que facilita la ventilación y supone un auténtico regulador de la temperatura interior. En invierno este sistema acumula el calor de las fachadas, el lucernario y las placas fotovotaicas de la cubierta y los envía al sistema de climatización.

Este entramado de instalaciones se beneficia de los recursos que ofrece el subsuelo y así se puede disponer de la energía geotérmica por aire, mediante la instalación de tubos de hormigón, denominados "tubos canadienses" de 50 metros de longitud enterrados a 6 metros de profundidad donde la temperatura es constante a lo largo del año entre los 14 y los 18 grados.

Por estos tubos circula el aire antes de llegar al climatizador y también el agua que se capta a 25 metros de profundidad a unos 14 ó 16 grados y que se impulsa mediante una bomba.

La temperatura interior del edificio no la podrá regular casa usuario, sino que estará centralizada en un programa de gestión que se activará o desactivará por el detector de presencia instalado en el falso techo y en el suelo técnico de cada estancia.

Este sistema también regula la iluminación y los detectores sólo se activan si hay presencia para regular la luminosidad en función de la que entra por las fachadas de cristal.

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