La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha suspendido el juicio por la aparición de un 'narcosubmarino' en la Ría de Vigo en agosto de 2006, que se iba a celebrar desde este martes en la ciudad olívica, por la incomparecencia de uno de los siete acusados, Juan Carlos G.F..

Según ha confirmado en declaraciones a los medios el fiscal del proceso, Luis Uriarte, no hay constancia de que este acusado haya podido recibir la citación judicial. Por ello, se ha aplazado la vista hasta los próximos 31 de marzo y 1 de abril, momento en que se celebrará el juicio "esté o no esté" este imputado.

Mientras, la sala ha iniciado los trámites para la emisión de una orden de búsqueda con el fin de localizar a Juan Carlos G.F., ahora "en paradero desconocido". De momento, se ha aplazado el juicio ya que este acusado no ha sido declarado 'en rebeldía', como sí se hará en caso de que no comparezca el próximo 31 de marzo.

Juan Carlos F.G. tenía el cometido, dentro de este grupo, de pilotar el 'narcosubmarino' que debería recoger la droga en altamar, para su transporte hasta tierra. Pese a que su abogada sí se presentó en los juzgados vigueses, nada se sabe de él, que tiene su domicilio fuera de Galicia.

Delito contra la salud pública

Este hombre, junto con los otros seis acusados —Juan S.F.; Manuel C.G.; Juan Manuel G.R.; José Jesús I.F.; Francisco O.N.; y Tomás B.A., algunos de ellos reincidentes— se enfrenta a penas de cárcel que suman más de 80 años por un delito intentado contra la salud pública.

No obstante, el fiscal ha avanzado que rebajará su petición de condena porque a los imputados les beneficia la reforma del Código Penal si reconocen su culpa. También ha reconocido que no es probable que se llegue a una conformidad para evitar el juicio. HECHOS

Según la Fiscalía, Manuel C.G. alias, 'el ingeniero', fue el encargado de comprar el velero 'Nadir III', que se usaría en labores de apoyo, así como de construir el 'narcosubmarino'. Para ello, alquiló varias naves, con el fin de llevar a cabo sus trabajos de forma discreta.

Por otra parte, Francisco O.N. era el encargado de hacer de intermediario entre este grupo y dos ciudadanos venezolanos, a su vez, representantes en España de los dueños de la droga. Mientras, Juan S.F., alias 'el viejo', y Tomás B.A., alias 'el cabezón', eran los que financiaban parte de la operación; Juan Carlos G.F. era la persona contratada para pilotar el artefacto; Juan Manuel G.R., alias 'el mecánico', realizó la puesta a punto del velero de apoyo; y José Jesús I.F. coordinaba todo el proceso desde un segundo plano.

Varios miembros de esta trama mantuvieron contactos con los representantes de los capos venezolanos en diferentes ciudades de España y, tras solventar algunos inconvenientes que fueron surgiendo —entre ellos, una salida en falso del 'narcosubmarino', que tuvo que volver a tierra por problemas mecánicos—, se fijó como fecha de la entrega de la droga en altamar el 25 de agosto de 2006.

Así, unos días antes, el 'narcosubmarino' inició su singladura, pero su piloto "presa del pánico y de la inseguridad" que le provocaba el artefacto, se echó atrás y se negó a llevarlo hasta el punto acordado. Ante este percance, Manuel C.G. optó por abandonar el semisumergible, que apareció flotando entre Cangas y las Islas Cíes el 13 de agosto, con los motores encendidos y con más de 4.600 litros de combustible.