Familiares y amigos dan el último adiós a Irene Cortés, la turista malagueña asesinada en Colombia

Multitud de familiares y amigos de Irene Cortés Lucas, la turista malagueña de 30 años que falleció el pasado 2 de marzo en Barranquilla (Colombia) tras recibir un disparo de un atracador mientras se encontraba en un bar, han dado el último adiós a la joven, que ha sido enterrada este lunes en el cementerio de Vélez-Málaga (Málaga), municipio en el que residía.

Multitud de familiares y amigos de Irene Cortés Lucas, la turista malagueña de 30 años que falleció el pasado 2 de marzo en Barranquilla (Colombia) tras recibir un disparo de un atracador mientras se encontraba en un bar, han dado el último adiós a la joven, que ha sido enterrada este lunes en el cementerio de Vélez-Málaga (Málaga), municipio en el que residía.

El cadáver de Irene ha llegado alrededor de las 13.00 horas al tanatorio La Esperanza, situado junto al cementerio municipal y, pese a que en un principio la familia había anunciado que velaría el cuerpo durante 24 horas y lo enterraría este próximo martes, finalmente ha decidido celebrar el funeral en la tarde de este mismo lunes.

Al sepelio, que se ha iniciado a las 17.30 horas en la capilla del tanatorio, han acudido unas 200 personas, entre familiares, amigos y conocidos de la fallecida, que han protagonizado escenas de llanto y dolor y han lanzado gritos pidiendo "que se haga justicia" en este asunto.

Tras finalizar el funeral, el féretro ha sido llevado a hombros por varios familiares, que lo han depositado en un nicho, tras lo que los presentes han prorrumpido en aplausos en recuerdo de la joven, que se han tornado en gritos de indignación contra su marido, Farid Llinás, al que han calificado de "asesino" y han criticado que "no haya sido capaz" de acudir al entierro.

Llinás, un ciudadano colombiano de 34 años a quien la familia responsabiliza del crimen, denunció desde su país haber recibido amenazas de los familiares, pese a lo cual anunció inicialmente que iba a viajar a España acompañando el cadáver de su mujer, aunque finalmente no lo ha hecho.

La ausencia del marido de Irene ha acrecentado las sospechas de los familiares, según ha señalado poco después de la llegada del cuerpo Pedro Lucas, tío de la víctima, para quien el hecho de que no haya viajado junto a su esposa "demuestra un poco más las sospechas que ya teníamos, que ahora se refuerzan".

Irene Cortés llegó a Colombia el pasado 27 de febrero para presenciar el carnaval de Barranquilla y, en la madrugada del 2 de marzo, fue víctima de un atraco mientras se encontraba en un bar de la localidad junto a su marido y unos amigos.

Según la versión oficial, dos delincuentes irrumpieron en el local y uno de ellos disparó en el pecho a la joven, quien murió poco después en un hospital de la ciudad. No obstante, la familia de la víctima sospecha de la implicación en el suceso del marido de Irene, al que incluso ha llegado a acusar de "contratar a un sicario" para matarla.

El marido negó categóricamente tener nada que ver con el asunto, y denunció desde su país haber recibido amenazas por parte de los familiares de su mujer, por lo que solicitó protección para poder volver a España.

Cortés, madre de cinco hijos, nació en Granada, aunque residía en Vélez-Málaga, donde también vivía el resto de su familia. La joven regentaba un bar de copas en el núcleo de población de Torre del Mar y, según sus familiares, era la primera vez que viajaba a Colombia.

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