Rodríguez Pueyo reconoce ser el ideólogo del secuestro del empresario sanluqueño Rafael Ávila

Luis Miguel Rodríguez Pueyo ha reconocido en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Cádiz que es el ideólogo del secuestro del empresario de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) Rafael Ávila en junio de 2008, según dice, con el fin de obtener fondos para sufragar el secuestro posterior del también empresario Francisco Hernando, conocido como 'El Pocero'.
La Audiencia Provincial de Cádiz acoge el juicio por el secuestro del empresario
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EUROPA PRESS
La Audiencia Provincial de Cádiz acoge el juicio por el secuestro del empresario

Luis Miguel Rodríguez Pueyo ha reconocido en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Cádiz que es el ideólogo del secuestro del empresario de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) Rafael Ávila en junio de 2008, según dice, con el fin de obtener fondos para sufragar el secuestro posterior del también empresario Francisco Hernando, conocido como 'El Pocero'.

Asimismo, Rodríguez Pueyo ha lamentado el daño que haya podido causar al industrial sanluqueño y ha reconocido que la situación en la que se encontraba durante los días de cautiverio era "deplorable".

Tras negarse a contestar a las preguntas del Ministerio Fiscal, a pesar de que fueron realizadas por espacio de casi dos horas, a pregunta de su defensa el acusado relató cómo llegó a la "disparatada idea" de secuestrar el empresario sanluqueño, al que calificó de "víctima propiciatoria".

Rodríguez Pueyo ha declarado que su sociedad había servido de intermediaria con un grupo de Londres, mediante un aval que él mismo falsificó, para la construcción de unas viviendas en Sevilla, en cuyo proyecto participaba también el Pocero, que finalmente se echó atrás.

Una vez que la operación de la creación de viviendas no se pudo realizar y que el grupo inversor londinense descubrió que el aval recibido era fraudulento, según el acusado, dicho grupo presionó al empresario para que le devolviese el dinero, dándole un "plazo perentorio". Ante esta situación, Rodríguez Pueyo contrata a tres ucranianos para secuestrar a un hijo del Pocero. Un hecho que "sale mal".

Ante las "amenazas" del grupo de Londres a familiares de Rodríguez Pueyo para que devuelva el dinero, según ha relatado, se le ocurre la "disparatada idea" de secuestrar al empresario sanluqueño con el fin de sacar dinero para poder financiar posteriormente otro nuevo secuestro, que hubiera sido al propio Pocero. Rodríguez Pueyo ha afirmado que el secuestro del empresario de Sanlúcar "era la financiación para poder secuestrar bien al Pocero, que era más caro, era la forma de obtener fondos para realizar ese secuestro". CULPABLE

Una vez relatado el por qué del secuestro, Rodríguez Pueyo, que se ha reconocido "plenamente culpable", ha indicado que la acción del secuestro la realizaron tres ucranianos al que pagó 30.000 euros a cada uno. Asimismo, ha señalado que una vez introducido el empresario en una furgoneta blanca, lo pasaron luego al maletero de su vehículo, siendo él mismo el que lo conduce hasta la finca 'El retorno', en Almonte (Huelva), donde pasó los días de cautiverio hasta que fue liberado por la Policía.

La finca era propiedad de Raúl Brey, también acusado y director financiero de la empresa de Rodríguez Pueyo. No obstante, el ideólogo del secuestro ha tratado de exculpar al propietario de la finca y socio empresarial diciendo que no quería "saber nada" del asunto del secuestro. Igualmente, ha querido exculpar a su hijo y a otros tres acusados.

Rodríguez Pueyo ha querido dejar claro que "nunca" transmitieron a la familia del empresario que lo iban a matar, ya que "quise hacer una barbaridad, pero no quise hacer daño". En este sentido, ha afirmado que hará "todo lo que pueda" para reparar "por lo que le he hecho al señor Ávila" y ha asegurado que ya le dijo "que no se preocupara y no tuviera más preocupaciones porque los involucrados en su secuestro estaban en prisión".

El secuestro económico más largo

El juicio ha comenzado con el relato de los hechos por parte de la juez que preside la Sección Primera de la Audiencia Provincial, recordando además los delitos que se le imputan (asociación ilícita y detención ilegal, entre otros) y las penas que piden las diferentes partes personadas (Fiscalía, acusación particular y defensa), que ascienden hasta un máximo 28 años por parte del Ministerio Fiscal y 32 por la acusación particular.

El de Rafael Ávila fue considerado por la Policía como "el secuestro económico de mayor duración de los investigados en España" y en el que la víctima permanecía "en peores condiciones". El 18 de junio de 2008, tras 16 días de cautiverio, el industrial sanluqueño fue liberado en un chalé de Almonte (Huelva).

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