El PSE-EE de Getxo (Bizkaia) ha denunciado el diseño "defectuoso" de las dos nuevas zonas de juego infantiles del municipio, ya que la de la plaza de la Borobia es "insegura" y y la de la estación de Algorta, en Telletxe, supone un "impacto visual".

En rueda de prensa, los responsables de los socialistas getxotarras han explicado que en el parque de la plaza la Borobia está generando "inquietud" entre los padres y madres la torre del tobogán, "por el riesgo existente para los más pequeños" en su interior debido a que "no está preparada para la enorme afluencia que recibe".

"Censuramos también el impacto visual de la cubierta que se está construyendo en Telletxe por la pesada estructura. El alcalde del PNV está preparando un amasijo de hierros que oculta el resto de la plaza y que resalta por su fealdad", han agregado.

A su juicio, en ambas instalaciones se están sufriendo "numerosos problemas prácticos, porque la prioridad del alcalde del PNV", Imanol Landa, ha sido "una vez más la espectacularidad".

En concreto, han explicado que en las escalinatas de la torre los niños y niñas quedan aislados y fuera del alcance visual de sus progenitores, porque los paneles protectores son ciegos. Además, su uso masivo los días de buena climatología provoca "angustia" entre los padres y madres, que "no pueden prevenir caídas y choques en el interior de la escalera".

Sustitución paneles

Por ello, los miembros del PSE-EE proponen la sustitución de los paneles ciegos que forman la fachada de la torre por planchas transparentes, que permitan la visualización de los niños en todo el recorrido, cuestión que no alterará la homologación del juego.

En relación a la estructura en la Plaza de la Estación de Algorta, han insistido en "el impacto visual" que provoca la cubierta de juegos, que cuenta con "un diseño lamentable que empeora el entorno".

"El alcalde del PNV está creando un punto negro en el urbanismo en Getxo, en un espacio vital para pueblo. Lamentamos el perjuicio creado en la zona comercial de Algorta", han indicado.

"Asimismo, denunciamos el despilfarro de la obra. El alcalde del PNV ha tenido un escaso gusto a la hora de aprobar la instalación. Lo peor es que ha derrochado dinero. Una instalación más sencilla hubiera resultado más discreta y elegante", han concluido.