El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declaró este viernes "preocupado" por la posibilidad de que el líder libio, Muamar el Gadafi, consiga mantenerse en el poder pese a la rebelión que combate en su país. En una rueda de prensa para tratar sobre los precios del petróleo, Obama indicó: "Seguimos apretando la soga en torno al cuello" de Gadafi, pese a todo.

"El mundo tiene la obligación de garantizar que no se repetirán en Libia matanzas de civiles como las que ocurrieron en Bosnia o en Ruanda durante los años noventa", declaró el presidente estadounidense. Hay un "sistema de alerta" por si "empezamos a ver civiles indefensos masacrados" en Libia, aseguró.

En este sentido, indicó que su Gobierno ha decidido nombrar un representante para conversar con la oposición libia. "A Estados Unidos le conviene, y al pueblo libio le conviene, que Gadafi se vaya... Vamos a adoptar una amplia gama de medidas para que ello ocurra", insistió.

Sin embargo, se mostró cauto a la hora de abordar la posibilidad de una intervención militar, pues, según recordó, cuando envía tropas debe "sopesar los riesgos que ello acarrea y las consecuencias que pueda tener". Además, matizó, es importante mantener un frente unido con el resto de los aliados internacionales a la hora de responder.

Obama, que ha conversado con varios líderes de países en las últimas semanas sobre la situación en Libia, recordó que la semana próxima la OTAN celebrará una reunión en la que, entre otras cosas, se abordará la posibilidad de imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia.

Las medidas adoptadas hasta ahora, entre ellas un embargo de armas y la congelación de bienes, ya tienen un efecto, consideró. "Por todas partes estamos estrechando cada vez más el cerco a Gadafi. Está cada vez más aislado internacionalmente", aseguró el presidente estadounidense.