La diputada del Grupo Popular (PP) de las Cortes de Aragón Carmen Susín ha alertado este viernes del aumento del desempleo entre los trabajadores de origen inmigrante y ha afirmado que dos de cada tres nuevos parados en la Comunidad Autónoma son inmigrantes. Susín ha interpelado a la consejera de Servicios Sociales y Familia del Gobierno de Aragón, Ana Fernández, en el Pleno de las Cortes.

En su intervención, Carmen Susín ha aseverado que Aragón es la tercera comunidad autónoma que más paro ha generado entre la población inmigrante, de la que 32.100 de sus miembros son trabajadores en el paro. Las políticas del Gobierno de Aragón para apoyar a este colectivo "de poco o nada han servido".

A finales de 2010, la tasa de paro en este sector era del 30 por ciento, mientras que entre los trabajadores españoles era del 13 por ciento, por lo que las ayudas de emergencia social son "cada vez más necesarias". Además, muchas de las hipotecas que ejecutan las cajas y bancos radicados en Aragón afectan a familias inmigrantes.

Carmen Susín ha pedido datos sobre los efectos del Plan de Convivencia Cultural para 2010. Asimismo, la parlamentaria del PP ha opinado que "no hay que hacer política social para apoyar a minorías, pero a lo mejor habrá que reforzar donde se necesite".

Por su parte, la consejera Ana Fernández ha afirmado que todos los actores implicados en estas políticas están trabajando "bien" y ha recordado que el principio que inspira las políticas de acogida de los ciudadanos inmigrantes es "la normalización".

"El porvenir del inmigrante es convertirse en ciudadano y no en minoría protegida", ha proclamado Ana Fernández, quien ha recordado algunas actuaciones del Gobierno autónomo en este sentido, como informarles de sus derechos y deberes, tras lo que ha abogado por garantizar el acceso universal a la educación y la atención sanitaria.

Se trata de "garantizar la cohesión social de todos los ciudadanos sea cual sea su origen", ha dicho Fernández. La consejera ha añadido que, cuando el PP gobernó en Aragón, las partidas de atención a los inmigrantes tenían una dotación "irrisoria", de tal manera que la diferencia respecto a la actualidad es "abismal".