La Femur entregó sus Premios Nacionales a las "mujeres coraje" de 2010

El teatro Juan Bravo de Segovia acogió hoy el acto de entrega de los Premios Nacionales Mujer 2010 otorgados por la Federación Nacional de la Mujer Rural (Femur) y que en esta edición recayó en la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, la modelo Sandra Ibarra, la cantante Paloma San Basilio, la enfermera Carmela de Pablo, la cantante Sonia Fausto y la empresaria Pilar Gómez Cuesta. Además de estos seis premios individuales, Femur entregó otro colectivo, a Bodega Pinedo Meneses.

El teatro Juan Bravo de Segovia acogió hoy el acto de entrega de los Premios Nacionales Mujer 2010 otorgados por la Federación Nacional de la Mujer Rural (Femur) y que en esta edición recayó en la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, la modelo Sandra Ibarra, la cantante Paloma San Basilio, la enfermera Carmela de Pablo, la cantante Sonia Fausto y la empresaria Pilar Gómez Cuesta. Además de estos seis premios individuales, Femur entregó otro colectivo, a Bodega Pinedo Meneses.

Si Alicia Sánchez Camacho puso la palabra, Paloma San Basilio llevó al escenario el arte, Sandra Ibarra los sentimientos y el resto de galardonadas (Pilar Gómez-Cuétara, Carmela de Pablo, Sonia Fausto y la Bodega Pinedo Meneses) el tesón.

La presidenta de la Femur, Juana Borrego, calificó a las ganadoras de los 'Premios Nacionales Mujer 2010' como "mujeres coraje", al tiempo que elogió los méritos y esfuerzos de cada una de las mujeres que subieron, una por una, al escenario a recoger el premio. Las intervenciones de las galardonadas recorrieron el amplio abanico que va desde el agradecimiento a la Femur hasta la reivindicación de la igualdad, pasando por la alabanza de las cualidades femeninas y pequeñas dosis de arte, como la de la elegante voz de Paloma San Basilio.

Con el Teatro Juan Bravo lleno a rebosar, la Femur celebró, con dos días de retraso, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, una jornada que, tal y como insistieron varias de las premiadas, si sigue teniendo lugar es porque la igualdad entre sexos todavía es una utopía.

Así, la enfermera Carmela de Pablo, vallisoletana de nacimiento aunque segoviana de adopción, lamentó la reducción en el último año del porcentaje de puestos directivos que ocupan las mujeres. De Pablo, autora de 14 libros reconocidos por el Ministerio de Sanidad como manuales de formación, quiso acabar con una visión optimista, señalando que si poder es querer, "soñar es lograr".

Menos locuaces se mostraron Pilar Gómez-Cuétara, viuda del empresario segoviano Tomás Pascual (fundador de la empresa Pascual) y Sonia Fausto, cantante nacida en Guatemala que colabora, de forma habitual, con los proyectos que emprende Femur.

La dialéctica de la presidenta del PP catalán, Sánchez Camacho, convenció al auditorio cuando recordó que el partido que dirige defiende la unidad de España, agregando que ella se considera "profundamente catalana y profundamente española". La política popular sacó a relucir sus vínculos con el mundo rural -es hija de agricultor- acabando con una cerrado elogio del papel que desempeñan las mujeres en ese ámbito.

La intervención de la modelo Sandra Ibarra, que ha superado dos leucemias, insistió en que "hay mucha vida durante el cáncer", y señaló a modo de ejemplo que "es cuando mejor te sabe el café". El aplauso del auditorio fue unánime para apoyar su coraje.

Después de que las socias de la bodega Pinedo Meneses, gestionada únicamente por mujeres, recogieran su galardón, cerró el acto Paloma San Basilio, que llevó la poesía al Teatro Juan Bravo. La artista, tras relatar que "a las mujeres no nos ha tocado el mejor papel en la historia", insistiendo en que en muchas ocasiones han sido "sometidas y masacradas", concluyó ensalzando la feminidad, "un bálsamo para que todo sea más llevadero".

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