Los cuatro militares de la base General Menacho de Bótoa (Badajoz) que han sido arrestados tras la investigación interna del Ejército de Tierra sobre el robo de armas de la pasada semana son el jefe del servicio de guardia, el encargado de visionar las imágenes de las cámaras de seguridad y los dos miembros de la patrulla encargados de acudir a los puntos donde saltaron las alarmas.

En concreto, según han informado a Europa Press fuentes militares, el sargento arrestado es el militar de mayor rango que estaba esa noche, como comandante, al frente del servicio de guardia. De los dos soldados sancionados, uno estaba en el centro de recepción de imágenes de las cámaras de seguridad de la base y el otro formaba parte, junto con el cabo, de la patrulla.

Los cuatro han sido sancionados "por inexactitud en el cumplimiento de sus obligaciones" con una falta leve que comporta arresto de entre 48 horas y 30 días y que, según han indicado las citadas fuentes, cumplirán en arresto domiciliario.

La sanción ha sido impuesta por el coronel de la base, después de que la investigación interna ordenada por el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, general Fulgencio Coll, mostrara que "no cumplieron su cometido y, por tanto, actuaron de forma negligente".

Esta investigación, aseguran las fuentes, arrojó "pruebas" suficientes para las sanciones, tanto por la grabación de imágenes como por los registros que se han obtenido del sistema de seguridad.