El Juzgado de Instrucción número 1 de Balaguer (Lleida) ha condenado a J.T.C., L.R.C. y J.J.A. a un año y cuatro meses de prisión y a una multa de 2.880 euros por cazar con cebos envenenados en el área de caza de Montargull, en Artesa de Segre, ha informado la asociación ecologista SEO/BirdLife de Catalunya.

Los tres tendrán que pagar una multa por un delito continuado contra la fauna de otros 2.880 euros, asegura la asociación ecologista, que precisa que los acusados no podrán cazar durante un año y cuatro meses, y uno de ellos —guardia forestal de la zona— ha sido inhabilitado por dos años para ejercer su profesión.

Entre los tres tendrán que pagar también 4.500 euros a los propietarios de los tres perros que murieron envenenados, y más de 2.500 euros a la Generalitat por los gastos ocasionados en la investigación del caso y la fauna silvestre afectada por el veneno.

En total, cada uno de los condenados tendrá que desembolsar más de 8.000 euros, puntualiza SEO/BirdLife, que ha ejercido de acusación particular junto al Fondo para la Conservación del Buitre Negro.

La investigación comenzó en marzo del 2010 cuando agentes rurales de la Conselleria de Medio Ambiente sorprendieron 'in fraganti' a las tres personas que habían puesto cebos envenenados para matar a los depredadores de las especies que se pueden cazar.

Se trataba del arrendatario del área de caza, el vigilante titulado de la misma y un socio. En el registro, los agentes hallaron cebos con veneno para ser utilizados y recipientes con el mismo producto tóxico para preparar los cebos.