La OTAN dice que el mundo "no puede sentarse a mirar cómo Gadafi ataca a la población"

  • El secretario general de la OTAN reclama una transición hacia la democracia.
  • "No puedo imaginar que la comunidad internacional se quede mirando".
  • La Alianza no tiene prevista por el momento ninguna intervención militar.
  • Obama amenaza al entorno de Gadafi y asegura estar estudiando la opción militar.
  • Gadafi continúa sus ataques y la Liga Árabe apoya una zona de exclusión aérea.
  • El líder libio asegura estar combatiendo terroristas.
Opositores a Gadafi corean consignas contra el régimen subidos a un tanque en Zawiyah.
Opositores a Gadafi corean consignas contra el régimen subidos a un tanque en Zawiyah.
Ahmed Jadallah / REUTERS
Opositores a Gadafi corean consignas contra el régimen subidos a un tanque en Zawiyah.

La OTAN aseguró este lunes que la comunidad internacional actuará si el régimen de Muamar el Gadafi continúa haciendo uso de la violencia contra la población civil de Libia, aunque dejó claro que la Alianza no iniciará ninguna acción sin el aval de las Naciones Unidas.

"Si Gadafi y sus fuerzas continúan atacando sistemáticamente a la población, la comunidad internacional simplemente no puede sentarse y mirar", advirtió en una rueda de prensa el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, que consideró que la actuación de las autoridades libias puede incurrir en "crímenes contra la humanidad". Los responsables militares aliados elaboran desde hace días planes sobre posibles escenarios de actuación, aunque no ha habido por ahora ninguna sugerencia de que se vaya a reclamar a la Alianza que actúe, dijo Rasmussen. "La OTAN no tiene intención de intervenir, pero como organización de seguridad nuestra obligación es hacer una planificación prudente para cualquier eventualidad", explicó.

"Varias posibilidades" de actuación

Según fuentes diplomáticas, por ahora se "se barajan varias posibilidades" de actuación, entre las que podrían figurar una zona de exclusión aérea sobre Libia o el bloqueo naval para impedir la entrada de armas y mercenarios en el país, aunque no se han querido dar detalles. El objetivo de la Alianza es estar lista para actuar "rápidamente" si se le solicita y si esa petición se acompaña de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que la respalde, señaló Rasmussen.

"Un dilema internacional"

"Es un dilema para la comunidad internacional. Por un lado está la voluntad de acabar con el baño de sangre, pero por otro lado hay que tener cuidado con la sensibilidad en la región en lo que concierne a una operación que sería percibida como una intervención externa", admitió el secretario general en una entrevista con el canal France 24.

Con esa situación en mente, Rasmussen ha mantenido contactos en los últimos días con el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Jean Ping, y con el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa. Esta organización, según anunció Francia, se ha pronunciado a favor de la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, con la que impedir los bombardeos de las fuerzas de Gadafi sobre los rebeldes y la población civil.

Rasmussen advirtió, de todos modos, que esa acción requiere de un "amplio abanico de recursos militares" y recordó que la resolución sobre Libia aprobada por el momento por el Consejo de Seguridad de la ONU no prevé el uso de la fuerza. La OTAN ya realizó dos misiones de exclusión aérea en la década de los años 90, una durante la guerra de Bosnia-Herzegovina y otra en el conflicto de Kosovo.

Ayuda humanitaria

Por su parte, el presidente de EE UU, Barack Obama, se ha dirigido este lunes a los seguidores de Gadafi para advertirles de que responderán por sus actos y el uso de la violencia contra los rebeldes, y reconoció que la opción militar está aún bajo estudio. "Quiero enviar un mensaje muy claro a aquellos que rodean al coronel Gadafi de que es decisión suya determinar cómo operan en adelante, y tendrán que responder por cualquier violencia que siga habiendo allí", señaló Obama en el Despacho Oval, donde se reunió con la primera ministra de Australia, Julia Gillard.

El presidente de EE UU afirmó que ambos mandatarios comparten la "muy firme convicción" de que la violencia que está siendo perpetrada por el Gobierno del coronel "es inaceptable". Obama recalcó que en este mismo momento la OTAN está efectuando consultas en Bruselas en torno a un amplio rango de posibles medidas, lo que incluye "potenciales opciones militares" para responder a la violencia en Libia.

El mandatario estadounidense explicó además que ha autorizado una ayuda humanitaria adicional de 15 millones de dólares que será entregada a organizaciones presentes en Libia. La ayuda estadounidense y los esfuerzos humanitarios serán coordinados con la ONU con el fin de proporcionar a los afectados lo que necesitan y asegurar que se pueda responder a cualquier emergencia adicional que pueda surgir.

Obama reiteró además que tanto EE UU como el Gobierno de Australia defienden decididamente la democracia y los derechos humanos y por eso apoyan a los libios en un momento de "injustificable violencia" y eliminación constante de los ideales democráticos en Libia.

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