Sandra Carrasco, hija del ex concejal socialista de Arrasate Isaías Carrasco, asesinado hace tres años por ETA, ha asegurado que "por supuesto" que quiere el fin de ETA pero que éste no sea "a cambio de algo". "Que si todo acaba sea porque ellos realmente quieran dejarlo, porque saben que están derrotados", ha remarcado, al tiempo que ha considerado que es "mentira que vayan a ser buenos de un día para otro" porque "si han dado el paso que han dado es porque les hemos obligado" .

Carrasco ha realizado estas afirmaciones en el acto de homenaje a su padre celebrado en la calle Navas de Tolosa del municipio guipuzcoano, lugar donde fue asesinado por ETA. En el acto han participado también la madre, la viuda y los hijos de Isaías Carrasco y destacados dirigentes socialistas como Rodolfo Ares, Rafaela Romero, Jesús Eguiguren, José Antonio Pastor, Txiki Benegas o Miguel Buen.

También han participado en el mismo el director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, José Manuel Rodríguez Uribes, y la directora de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, Maixabel Lasa, así como el delegado del Gobierno en Euskadi, Mikel Cabieces.

En su intervención, Carrasco ha recordado que este lunes se cumplen tres años desde que "un impresentable, en este mismo lugar, acabó con la vida de un hombre bueno, humilde y alegre, todo por tener una idea diferente". Además, ha asegurado que en este tiempo su familia ha tenido que "sufrir su pérdida, llorar su muerte y vivir un día a día que no ha sido ni es nada fácil".

En esa línea, ha remarcado que "no es fácil" vivir en un pueblo como Arrasate, donde "muchas de las personas que aquí viven piensan diferente a ti y otras muchas piensan lo mismo pero tienen miedo". "Hemos visto como se manifestaban para pedir el acercamiento de presos, como ponían sus fotos en las paredes del pueblo, como se alababa a un preso cuando salía de la cárcel, olvidando que había más víctimas", ha afirmado.

La hija del edil asesinado ha señalado que su familia ha tenido que "aguantar" que no se dejara poner a una calle del pueblo el nombre de su padre y que "ciertos compañeros" de diferentes partidos políticos votaran en contra de una moción de censura para "echar a quien no se dignó a condenar el atentado".

"Ahora, de repente, como si nada hubiera pasado, nos vienen diciendo que van a pedir el fin de ETA y que van a condenar los atentados de aquí en adelante, pero no los de antes", ha manifestado, al tiempo que se ha preguntado si "estos nos han tomado por tontos".

Por ello, ha considerado que es "mentira que vayan a ser buenos de un día para otro" y ha subrayado que "si han dado el paso que han dado es porque les hemos obligado" y también gracias a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado "que les han perseguido y detenido", así como a los jueces y muchos ciudadanos.

"¿Se les ha olvidado todo lo que sus amigos han hecho, todo el dolor que han causado, acaso no se acuerdan de todas las personas que han sido asesinadas y toda la gente que ha vivido con escolta y toda la gente que ha sido extorsionada?. ¿Dónde está la condena de todo eso?", se ha preguntado.

"prueba del algodón"

Por su parte, Rafaela Romero ha considerado que con la muerte de Isaías "cambió nuestro país" y que tanto con su asesinato como con los de la T4, Uria y Puelles "se cerró con cuatro llaves la comprensión social y política de la violencia terrorista de ETA". Además, ha afirmado que tanto la organización terrorista como "los que están con ellos" saben "cuál es la prueba del algodón: entregar las armas y desaparecer".

"Así los vascos decidiremos, en libertad y en igualdad, imaginar y construir nuestro futuro, nuestra convivencia, y cuando sea el caso y si se diesen las condiciones, nuestra conciliación", ha manifestado la presidenta de las Juntas de Gipuzkoa, quien ha subrayado que "con optar por las vías democráticas y pacíficas no se consigue la paz en Euskadi, si sigue ETA".

"Con la desaparición de ETA incluso, tampoco se consigue la paz. Ni la paz ni normalización alguna. Así sólo se normalizarán y vivirán en paz los de siempre. Y eso ya no vale, porque ya no sirve lo de antes", ha añadido.

De este modo, ha pedido "respeto y compromiso" para que "los oprimidos por la violencia y el terrorismo durante más de 30 años sean reconocidos y respetados" y que "en los pueblos y las ciudades de Euskadi se les abran las calles y las personas, sin apartarlas, mirándolas a los ojos, acompañándolas".

Además, ha afirmado que los socialistas creerán a Sortu "si condenan el asesinato de Isaías, respetando a su familia y pidiendo perdón por el dolor infringido cuando callaron ante su asesinato y le negaron el reconocimiento. Les creeremos si condenan todos los asesinatos".

De este modo, les ha instado a enseñar a sus afiliados a "no hacer comportamientos contrarios a la ley de partidos y también a respetar, dignificar y honrar a las víctimas de ETA, familiares de asesinados y perseguidos por la banda terrorista". A su juicio, "les queda mucho trabajo de pedagogía democrática" porque "podrán usar las vías democráticas, pero primero deberán hacer un curso intensivo y exhaustivo sobre lo que eso significa".

Tras asegurar que los socialistas vascos no necesitan que nadie les represente y "menos que nos manipule y en absoluto consentimos que se nos utilice para causas políticas propias", ha preguntado al secretario general de EA, Pello Urizar, "dónde está hoy" y porqué no ha acudido al homenaje a Carrasco cuando, además, era edil de Arrasate.

"Nosotros, víctimas, no queremos ser usadas para enfrentarse al gobierno o al presidente del Gobierno ni para deslegitimar al Gobierno o al Ministro del Interior, o para desgastar al Gobierno vasco y español por intereses electorales. No lo vamos a permitir. Esta vez, No. No consentiremos que ni por un momento se cuestione o se ponga en solfa la nobleza de las víctimas, nuestra nobleza por intereses deleznables de carácter político o electoral", ha concluido.