Mimada por la crítica desde sus inicios, la banda catalana liderada por Enric Montefusco, Standstill, ha logrado situar su pop melodramático y experimental entre los nombres de referencia de la música independiente. Esta semana ofrecerán tres conciertos consecutivos en Madrid antes de participar en Barcelona en un proyecto artístico de la Fundación Miró.

¿De qué van?

Somos la suma de muchas cosas. Comenzamos hace 13 años en la escena del hardcore punk underground en Barcelona, pero después de numerosos cambios, hoy estamos más cerca de los sonidos folk, del pop, del rock, de la música experimental...

Les colgaron en seguida la etiqueta de 'indie'. ¿Qué significa ese término, a día de hoy?

Hoy el término está muy desvirtuado. Comenzó con unas connotaciones claras: se refería a las formaciones que estaban al margen de unos canales y de 'la industria', en el peor sentido de la palabra. Ahora se está convirtiendo en una etiqueta estética. Engloba no solo a los que trabajan de forma independiente, sino a los que hacen un determinado tipo de música, que es algo mucho más superficial. Cuando nos llaman 'indie', nos gusta matizar de qué estamos hablando. ¡Se necesita inventar una palabra nueva!

La prensa musical no deja de elogiarles. ¿Y el público?

Sí, de la atención de la crítica no podemos quejarnos. Desde el principio hubo muchos reconocimientos (en 2001,  la revista Mondo Sonoro escogió su CD The Ionic Spell como el mejor álbum nacional del año y a finales de 2009, eligió Vivalaguerra como el mejor trabajo nacional de la década). Pero fue a partir de 2007, tras publicar Vivalaguerra, cuando notamos más interés por parte del público. Éste ha seguido creciendo hasta ahora. Creo que fue clave para ello el  cambio de idioma en las letras: dejamos de lado el inglés y apostamos por el castellano. Y comenzamos a producir nuestros propios discos.

¿Qué aportó la autoedición?

Pudimos empezar a controlar el proceso hasta el final y, así, conseguir un producto mejor, más redondo. Aunque tiene un precio alto, exige mucha dedicación y encargarse de tareas que no son específicas de un músico. De todas formas, merece la pena: somos nuestros propios jefes y no tenemos hipotecas con nadie.

¿Les molestan las comparaciones con Vetusta Morla, o creen que el éxito de esa banda ha beneficiado a Standstill?

Los grupos nos influenciamos unos a otros. Nosotros empezamos antes que ellos, aunque tampoco hay que dar a esto mucha importancia. Esperemos que les vaya muy bien, eso nos beneficia a todos, estamos en el mismo barco. De hecho, somos amigos.

Dicen que sus directos son ‘experiencias multidisciplinares’. ¿Qué ofrecerán en ‘Rooom’?

‘Rooom’ es la interpretación de nuestro último álbum, Adelante Bonaparte, pero unido a un gran trabajo escénico y audiovisual. Es un concierto, pero además es como ir al cine y asistir a un musical. De alguna manera, nos gusta dar a nuestras vidas un matiz performántico. Eso no significa que queremos vender algo más que nuestra realidad, aunque ésta será frágil y precaria. Nos gusta ofrecer cercanía, no vender demasiado glamour.

•Esta semana actuarán los días 7, 8 y 9 en el Teatro Fernando de Rojas, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Hora: 21.00. Precio: 20 euros. Más información en su página web.