Según Enrique Sanus, gerente de Urbanismo, la última fase de la obra «prevé el soterramiento del tráfico (de salida y entrada a Alicante) en la rotonda final de la avenida, que conecta con la Nacional 332 y la autovía que se dirige a Valencia y Madrid», por lo que los terrenos liberados ampliarán los m2 de jardines, zonas verdes y sendas peatonales.

Los trabajos de este tramo, que se congestiona de vehículos a diario, se ejecutarán «a medio plazo, cuando acaben los tramos soterrados previstos inicialmente», ha añadido Sanus (dentro de unos dos años).

Como ya ha avanzado la Generalitat, el remozado de la avenida implicará la ampliación de los carriles (que pasarán de dos a cuatro desde La Goteta) y su soterramiento en los cruces con el Bulevar del Pla (transversal), Gran Vía y Vía Parque (ambos longitudinales). El inicio de esta obra está previsto para el primer semestre de este año.

Con bulevar central

El nuevo vial tendrá un bulevar central con paseos y zonas verdes para el disfrute de los vecinos, que dispondrán también de más bancos y paseos. Y tienen la promesa de que no talarán los cipreses que cobijan a las torres y que no se eliminará el vial que usan para aparcar.

Los vecinos aún no se lo creen

El plazo de ejecución de las obras de remodelación de la avenida de Dénia es de un año. El objetivo del proyecto es la conversión en vía urbana del acceso norte a Alicante, en su tramo comprendido entre la zona de La Goleta y la autopista A-7, cuya longitud es de 3,5 kilómetros. «Si no se cumplen las promesas hechas por Sonia Castedo (concejal de Urbanismo) y Enrique Sanus (gerente de Urbanismo), los vecinos nos echaremos a la calle», ha anunciado Manuel Rodríguez, presidente vecinal de Vistahermosa.