Seis años de prisión para el acusado del robo de 412.000 euros del domicilio de un empresario

Una llamada anónima delató al acusado al día siguiente del asalto

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a seis años de prisión A.J.M.S. por la agresión y el robo de un total de 412.884 euros a un empresario, que tenía esa cantidad en una caja fuerte en su domicilio privado.

Los hechos sucedieron en mayo de 2009 en la localidad de La Mina (Pedreña), y el condenado estuvo acompañado de otras dos personas, que no pudieron ser identificadas, por lo que no se les ha juzgado.

Al día siguiente, una llamada anónima delató ante la Ertzaintza al condenado, informando expresamente de su nombre y apellidos, y contando como la noche anterior "un amigo suyo y dos personas más" asaltaron un chalet, aunque dijo que había sucedido en Castro Urdiales, en lugar de en Pedreña.

También contó que uno de los asaltantes le había adelantado que "iban a dar un palo", y que al día siguiente, vio en casa del condenado 84.000 euros. Según denunció ante la policía vasca, ese mismo día A.J.M.S. había comprado un BMW negro de segunda mano —que posteriormente este pondría a nombre de su hijo, de dos años de edad—.

El autor de la llamada identificó tanto el nombre como la residencia y la familia del acusado.

La sentencia dice que "carece de virtualidad" la justificación que en el juicio hizo el acusado del dinero extra que tenía o del que procedían los distintos bienes que había en su casa: que eran producto de lo regalado en su boda, realizada por el rito gitano —en el que los regalos son más cuantiosos—.

Y añade que los efectos que aparecieron en su casa, como televisores de plasma o ropa de marca con las etiquetas puestas, eran "totalmente incompatibles" con su capacidad económica, ya que él mismo había detallado un sueldo inferior a los mil euros.

La sentencia considera probado que el acusado, junto con otras dos personas no identificadas, acudieron al chalet de la víctima, con quien, tras vigilarle, contactaron haciéndose pasar por policías. Fue al recelar él de esta condición cuando le golpearon en la espalda y le introdujeron en la vivienda, donde a punta de pistola le exigieron que les dijera donde estaba la caja fuerte. En su interior había 412.000 euros.

Y se apoya para eso en los testimonios escuchados en el juicio a varios testigos, que vieron el coche huir a toda velocidad, además de que la propia víctima reconoció durante la vista al acusado, que también fue identificado por otro testigo en una rueda de reconocimiento.

Abuso de superioridad

La Audiencia entiende como circunstancia agravante la reincidencia en el delito del acusado, condenado anteriormente por el Juzgado de lo Penal número 3 de Santander por un robo con fuerza cometido en noviembre de 2007. Y a esto añade la situación conocida como abuso de superioridad, es decir, un desequilibrio de fuerzas que favorezca a una de las partes, en este caso, el asaltante, que tenía armas (una pistola y una navaja) con las que amenazó a la víctima del robo.

En cambio, se descarta como atenuante el argumento de la defensa de su adicción a las drogas y su posterior tratamiento, y se justifica este rechazo en que la vigilancia previa a la víctima y su forma de actuar descartan que tuviera las facultades intelectuales mermadas.

Así que, en consecuencia, le condena a seis años de prisión por un delito de detención ilegal en concurso (vinculado) con otro de robo con violencia, además de a una multa de 360 euros por una falta de lesiones. También deberá indemnizar con 421.884 euros a la víctima del robo.

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